El trabajo del reportero de calle es una fuente inagotable de anécdotas y situaciones inesperadas. Pasearse con un micrófono en la mano entre peatones es realmente agotador: buscas aquella respuesta que haga que tu intervención valga la pena, pero para conseguirlo tienes que sudar y de lo lindo. También hay que tener un poco de vista, cierto olfato para acertar y, sobre todo, evitar aquellos momentos que se convierten en un problema, un ridículo o un chiste que deja mal al programa o a tu medio. En Telemadrid acaban de vivir una de estas situaciones, en el programa 'Madrid Directo'. Una periodista iba tan necesitada de respuestas para llenar su aparición que acabó chocando con los entrevistados menos adecuados... o no.
La ola de calor que estos días sentimos en todo el Estado ha sido, evidentemente, un tema muy goloso para este tipo de programas de actualidad y conexiones en directo. Apunten este detalle porque es importante: directo. Sin filtros, vaya. O a pelo, que dirían los castizos de la capital de España. El espacio desplazó a su nómina de informadores a diferentes puntos de la ciudad, todos para hablar de lo mismo pero en ubicaciones diversas. A Irene Falcón le tocó ir al popular Parque del Retiro, uno de los pulmones verdes junto a la Puerta de Alcalá. Unos a pasear por la Feria del Libro, otros a tenderse con su grupo de colegas a la sombra... y otros de los que no se habla tanto, pero que visitan el espacio verde en massa para hacer otras cosas. ¿El qué? Lo sabrán muy pronto.

El termómetro marca 33 grados y la reportera ha conseguido una batería de respuestas aceptables de unas chicas que toman el poco fresco que se puede respirar en aquel momento. Vuelve a levantar el periscopio y su vista queda obnubilada por un personaje que hace el pino sobre el césped. ¡Qué bien! Un tipo que hace deporte, una opción sana y valiente. Pero el calor del desierto, ya lo saben, provoca espejismos. Y cuando se acerca al susodicho descubrimos que ni está solo (tiene a dos compis más sentados bajo un árbol) ni tampoco es un deportista al uso. El diálogo posterior es un delirio y una pifia: "Le hemos visto hacer ejercicio. Con este calor, tiene un mérito tremendo". Exacto. Mucho mérito. Es un gimnasta, pero sólo con los dedos. "Sí, y fumando porros, también," le dice con una voz inquietante, mofándose de ella.


Irene reacciona como puede a la respuesta del sujeto, intentando salir del charco de forma rápida e indolora. Un aquí no ha pasado nada de manual. "Buenooooo. Bueno. Muchísimo calor... y cada uno lo combate como puede". Sí, combaten el calor con más fuego, el del mechero y su cigarrito de la risa. A la pobre reportera sólo le faltó empezar a silbar mientras desaparecía de la imagen. El momento es épico, y un imán de likes en las redes. Los acumula por miles.
Me descojono pic.twitter.com/jED12bQhfp
— elon (@offensiveprank) June 12, 2022
Son las cosas del directo. Y el calor, que hace estragos. Madrid es libertaz. ¿Qué dirá Ayuso?