Las ediciones de Gran Hermano que no ha presentado Mercedes Milá son gafes. Jorge Javier podría haber enterrado el formato de anónimos encerrados dentro de una casa y el primero que tropezó con el reality fue Pepe Navarro. De su edición, la tercera, muchos concursantes han salido peor de lo que entraron. Una es Raquel Morillas. La granhermanita tuvo un matrimonio fallido con Noemí Ungría, casada en segundas nupcias con el paparazzi Enric Bayón. Las dos mujeres sufrieron un accidente en un descapotable que dejó a Morillas con secuelas visibles. Ahora ha rehecho su vida en Catalunya. Vive en Castelldefels con otra mujer y en una entrevista concedida a El Español insiste en su desgracia.

Morillas se suelta. Contra Telecinco: "Xavier Sardá me pidió por favor que trabajara en Crónicas marcianas, pero ahora Telecinco ya no me llama. Les interesan más los tronistas. A mí no me quieren ni para Pasapalabra, antes va un triunfito que un exgranhermano. No recomiendo que nadie entre en GH". Contra Sálvame: "O eres un gay muy divertido que entonces les encantas a los directores de Sálvame o estás en la mierda". Sobre la ludopatía: ""En una mañana he llegado a perder 1.000 euros en la ruleta. Y no iba al casino sino a los centros recreativos, jugaba al póquer por el móvil,  pero ahora estoy muy bien". Su segunda mujer trabajaba en el centro de rehabilitación que la trató.

Su historia de rehabilitación de la ludopatía ya no interesa a Telecinco a pesar del evidente interés: "He engañado a mucha gente por mi adicción, a mi pareja y todo para pedir créditos en el banco por valor de 7.000 euros y gastármelo en una ruleta". Su bolita cayó a la casilla del 5 y Telecinco la hizo millonaria pero ella no lo supo gestionar.

 

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Ahora hace de comercial en una empresa que cambia bañeras por duchas, según publica Lecturas. La tertuliana pide entrar en Supervivientes. De sobrevivir ella sabe algo.