El Barça se proclamó campeón merecidísimo de la Liga 2022-2023 el pasado domingo en el campo del Espanyol. Pero ahora, lo que tocaba, era celebrar este esperado título con su afición. Si en Cornellà los jugadores del Barça tuvieron que huir por patas del césped cuando estaban haciendo un corro de celebración por culpa de unos cuantos impresentable y macarras aficionados del Espanyol, que saltaron dispuestos a vete tú a saber qué, este sábado en su estadio todo fue felicidad, tranquilidad y fiesta ante los aficionados culés.

Después de la intrascendente derrota contra la Real Sociedad, todos los jugadores y el staff se quedaron en el césped para ofrecer el título a la afición. El capi Sergio Busquets levantó, muy arriba, muy arriba como diría Joan Maria Pou, la copa, y después bajó del palco al césped para hacer lo mismo con sus compañeros. Euforia culé sin límites, discursos de agradecimiento de él mismo y del técnico Xavi Hernández, corro en medio del campo, Xavi manteado, fotos de rigor con la alegría inmensa de la plantilla y después, celebración con la grada de animación y los múltiples cánticos que se escuchan en el Camp Nou, vuelta de honor y presencia de los familiares de los jugadores en un día que no se producía desde hacía cuatro años, cuando ganamos la última Liga.

En el césped, todos los jugadores querían coger el trofeo, como es natural. También un Raphinha que acababa de conseguir su primera Liga con su nuevo club en la primera temporada vistiendo de azulgrana. El brasileño ha completado una primera temporada bastante positiva. Tiene que mejorar, se espera todavía mucho más de él, pero ha cumplido el expediente, e incluso, con buenos números de goles y de asistencias. Con la lesión de Dembelé, la banda derecha del ataque culé ha sido suya, y ha respondido a la confianza del técnico. Un Raphinha que se espera que siga jugando en el Barça la próxima temporada, a no ser que llegue una oferta por él irrenunciable. Un Raphinha que para la ocasión apareció ayer con un llamativo y nuevo look, con el pelo teñido de blanco y una tofa de color azulgrana. Él estaría encantado de la vida, pero hacía un poco de daño a los ojos.

Sea como sea, lo más curioso de lo que hizo Raphinha este sábado no fue cómo se puso el pelo sino qué hizo una vez la celebración acabó y todos los culés que habían ido al estadio, así como los jugadores, ya se habían marchado hacia sus casas. Y es que un usuario en la red, el periodista Nacho Jiménez, ha captado esta peculiar imagen del futbolista recorriendo todo el césped del Camp Nou... de rodillas. Una especie de autopromesa que por lo que se ve, debe ser una costumbre que le gusta hacer al extremo azulgrana.

Y es que no hace mucho, cuando jugaba en el Leeds inglés y su equipo se salvó y no bajó de categoría, hizo lo mismo en el césped del estadio del Brentford, el campo donde certificaron la permanencia gracias, precisamente, a un gol suyo.

En una entrevista para La Vanguardia de comienzos de esta temporada, Raphinha prometió que si se ganaba la Champions, “Cruzaré el Camp Nou de rodillas o en el campo donde nos encontremos. Puede ser perfectamente Estambul”... Al final no pudo ser en Europa, pero ya le está bien la Liga española. Ahora bien, alguien le tendría que decir que en Catalunya, una de las promesas más habituales que se hace la gente cuando gana alguna cosa o consigue su propósito es decir: "Iré de rodillas hasta Montserrat"... Quién sabe, quizás Raphinha se atreve y todo.