En una nueva demostración que en según qué lugares molesta que alguien piense diferente a ellos, ahora quien al parecer ha puesto el dedo en la llaga ha sido Joel Joan. El actor y director catalán hace una cosa muy sana: decir lo que le apetece cuando le apetece sobre lo que le apetece. Evidentemente, no sólo sobre su trabajo. Joan es muy activo en las redes, escribiendo comentarios sobre la lengua catalana y peinando a más de uno. Hace unos días puso el acento en un vídeo que publicó Santiago Segura. Pero reparte a diestro y siniestro. El último, Gabriel Rufián.
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Pero se ve que en el diario Crónica global no ha gustado que el protagonista de El crac diga sus pensamientos en voz alta y le han dedicado un artículo con una carga enorme de mala sombra. Escribe Ramón de España que Joel Joan "llevaba tiempo sin rebuznar en las redes sociales, pero estos últimos días se está poniendo las botas: hay que recuperar el terreno perdido, la cuota de mercado y, sobre todo, su bien ganado papel de la Voz del Régimen".
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El escritor se ensaña con un Joan "pionero a la hora de señalar con el dedo en las redes sociales a los enemigos de la patria; eran los tiempos en que, tocado con boina a lo Che Guevara, enardecía a las masas en el Fossar de les Moreres. Ahora debe haber visto que se le están comiendo la merienda y que hay que hacer algo al respeto". Para defender a Segura, pretende hundir a Joan: "la haya tomado recientemente con Santiago Segura, aunque éste juegue en primera división y nuestro Joel en tercera regional".
El artículo rezuma ira contra Joan. Pero no sólo. Habla también de "émulos de Pepito Grillo, con bocazas recalcitrantes como Toni Soler, Toni Albà, Antonio Baños, Jair Domínguez". De España relaciona Twitter, "el arma favorita de los energúmenos. En dos minutos sueltas tu cagadita conceptual y te quedas tan ancho" con "el mundo lazi", donde "cada bocachancla tiene su propio estilo". Y dentro de este estilo, habla de la "demencia total de Toni Albà" o "el tono sentencioso, como de yerno con fundamento, que se gasta Toni Soler". Pero el grueso se lo lleva el creador de Porca miseria: "El pobre Joel no tiene puñetera gracia y su auto otorgada condición de justiciero lazi resulta más bien ridícula, siempre diciéndole a todo el mundo lo que está bien y lo que está mal. Algo tiene que hacer el hombre hasta que le caiga una nueva serie en TV3, ¿no?". En su mítica serie, los platos de Joel Joan estaban sucios. Como la prosa de según qué cronistas.