Este miércoles 7 de noviembre, la furgoneta naranja de Quim Masferrer vuelve a recorrer lugares y pueblos pequeños de Catalunya para encontrar "buena gente" y conocer de primera mano las historias más emotivas, divertidas y desconocidas de sus habitantes.

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Después de unos meses alejado de los espectadores de Televisión de Catalunya, a El foraster le hemos podido ver en cuentagotas, especialmente cuando Gemma Nierga entrevistó a sus padres en Els meus pares y donde la audiencia se enamoró de Paquita y Quim.

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TV3

Ahora, el presentador ha vuelto a ir arriba y abajo del territorio para compartir la vida de los vecinos de los diferentes pueblos de Catalunya. Vecinos que, como su padre, lucen orgullosos la barretina en la cabeza, como le pasó en Santa Pau, en la comarca de La Garrotxa, en el que fue el pistoletazo de salida de las grabaciones para la nueva temporada del programa, allí por el mes de junio.

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@elgarrotxi_cat

Algunos que también sienten Catalunya muy adentro, tanto, que incluso por luchar por ella, están en la prisión, son los presos políticos que están privados de libertad desde hace meses: Jordi Cuixart, Jordi Sànchez, Raül Romeva, Joaquim Forn, Jordi Turull, Josep Rull o Oriol Junqueras. Para todos ellos ha actuado Quim Masferrer.

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El actor, que además de presentar El foraster en TV3 también interpreta en los teatros la obra Bona gent, ha hecho una representación de la obra muy emotiva en la prisión de Lledoners, tal y como él mismo ha anunciado, y entre el público había todos los presos políticos. Un recinto donde ha pronunciado su famoso grito de guerra: "En Lledoners hay muy buena gente".:

Una iniciativa muy aplaudida en la red y que ha provocado la emoción de muchos tuiteros al imaginar a los encarcelados pudiendo evadirse durante unas horas de todo lo que están viviendo gracias a la función de Masferrer:

Masferrer, cuando concebió su espectáculo, llegó a la conclusión de que "'Bona gent' nace a partir de la idea de homenajear al público. Sin público no hay teatro". Seguro que el actor querría que en este caso, el público que veía la obra no estuviera en una prisión y sí en un teatro.