Hay que ser muy miserable, pero mucho, para perpetrar un ataque abyecto hacia una persona que está cubriendo una guerra para una televisión y pasando un momento muy tenso ante las cámaras. Pero a estas alturas de la película, lamentablemente, ya no nos sorprende nada. Vamos por partes. TV3, como el resto de cadenas, está informando de todo lo que está pasando desde que ha estallado la guerra en Ucrania y la Rusia de Putin invadió aquel país. En el caso de Televisión de Catalunya, unanimidad absoluta por el grandísimo trabajo que están haciendo sus corresponsales y el resto de compañeros de los servicios de informativos desplazados a la zona de conflicto. La tarea impecable que están llevando a cabo tanto Manel Alías como Lluís Caelles, como sus compañeros cámaras es de las que pone la carne de gallina. Rigor, inmediatez, veracidad, sensibilidad y humanidad a la hora de explicar lo que pasa, por qué pasa y en los sitios donde pasa. Sólo hay que ver una crónica que hizo Alías en medio de un ataque, con las balas sobrevolando y sonidos de metralla encima suyo: "La crónica más complicada de mi vida", decía él.

Lluís Caelles también nos pone un nudo en la garganta cada vez que sale en TV3 informando de cuál es la situación. Especialmente, lo que le pasó hace dos días cuando un grupo de milicianos ucranianos obligó a cortar la conexión en directo que estaba haciendo desde Khomutets, a cien kilómetros de Kyiv, cuando Caelles estaba al inicio de la conexión explicando los últimos hechos vividos en Ucrania. Un grupo de milicianos salió de un coche y pidió que se acabara la conexión, mientras el corresponsal les mostraba con serenidad el pasaporte e intentaba devolver la emisión. Al final, los milicianos taparon el objetivo de la cámara mientras él daba un mensaje de tranquilidad dirigido a los espectadores: "Estamos bien, ahora nos marchamos", antes de hacer camino hacia la frontera polaca.

Cualquiera que viera estas imágenes tendría que sentir empatía y preocupación hacia los enviados especiales por este momento tan tenso. Pero desgraciadamente, siempre habrá personajes que aprovecharán cualquier situación para soltar su bilis y hacer algún comentario indecente para recibir el peloteo de sus palmeros. Pero hay límites y límites. Límites, sin embargo, que el vicesecretario general de Populares Piera, Rafael Torres, se ha pasado por el forro. En su perfil de Twitter pone: "Mi familia, mi país. Ser catalán es mi manera de ser español", y la bandera de España. Alguien le tendría que decir, sin embargo, que no todo vale, que hay frases miserables que se tendría que callar.

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Un tuit que vomitó cuando vio las imágenes de Caelles intentando reconducir la situación y que la cosa no fuera a mayores. ¿Y en qué se fijó el político del PP de Piera de todo lo que estaba pasando? En el pasaporte que Caelles mostró a los milicianos: "Me encanta ver que el reportero de TV3 se marca un #Españolazo con el Pasaporte del Reino de España para poder salir de Ucrania".

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El político del PP ha recibido de lo lindo por escribir este asqueroso comentario en un momento como este. Quizás viendo la que le caía, decidió borrarlo, pero En Blau lo capturó. Eso sí, a pesar de borrarlo, ha continuado con un tono de soberbia y menosprecio a los que le han dicho qué podía hacer con un tuit tan miserable como este:

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Cuando piensas que no se puede ser más miserable, siempre habrá un Rafael Torres de turno. Todo el apoyo del mundo a Caelles, a Alías y a todos los profesionales que informan desde allí.