El tetagate se hace cada día mayor, no por Pilar Rahola, que ya explicó el magreo de Juan Carlos hace años sin que las TV españolas se rasgaran las vestiduras. Ahora todas van locas con el asunto y lo han convertido en tema de Estado. Risto Mejide en Todo es mentira, Miguel Ángel Revilla en El Hormiguero y ahora lo más penoso: una compañera periodista, mujer y catalana, Susanna Griso.

rahola alce

Antena 3

En Espejo público han querido ponerse del lado del agresor sexual (cualquier tocamiento no consentido es una agresión) y llegan a decir "Que Rahola demuestre la acusación". Para refutar la versión de la víctima han enseñado imágenes de la rueda de prensa de Rahola del año 1996, hace 23 años, en Zarzuela. Según ellos sale tan normal que no es creíble que le acaben de tocar la teta.

rahola pin rey antena 3

rahola pin alce 3

Antena 3

La tesis de Griso es: "Tres años antes, en el 93, Rahola habló de su gran felling con Juan Carlos" como si eso negara que tres años después la magreara. Dicen los tertulianos: "Lo que hace Rahola tiene un nombre en el Código Penal, calumnia. Su versión se ha desmontado con este vídeo". El vídeo no desmonta ni una palabra de lo que dice Rahola, pero los ultras a su bola: "Ya se encarga de llorar Rahola, yo me río. Se hacen denuncias sin ninguna prueba, es una moda. La carga de la prueba es de la víctima". El papel más triste se lo reserva la presentadora, también mujer, también catalana.

griso rahola alce 3

Antena 3

Susanna Griso dice "Fijaros dónde lleva el pin: en el cuello de la chaqueta, no en el bolsillo". Según Griso, si el pin está lejos del pecho, el rey no pudo bajar a tocarle la teta. De verdad ¿esta es la defensa que hace Griso de un acusado de magrear a una mujer? ¿O solo mata la credibilidad de Rahola porque es independentista? Lo que hace Espejo público es repugnante. Incluso la progre Luz Sánchez Mellado dice "Con este tema hay que ser cuidadoso, pero es cierto que ella salía de la reunión cono un ánimo excelente".

Rahola tendría que haber llorado para ser creíble. Lo increíble es que España ha soportado a un jefe de Estado adicto al sexo, adúltero y magreador y el dedo no le señala a él sino a la teta de Rahola.