Ahora que la CIA ha desclasificado unos documentos que confirmarían que el expresidente del Gobierno, Felipe González, ejerciendo su cargo, dio su aprobación en el año 83 para crear los GAL y llevar a cabo asesinatos, nos vienen a la cabeza muchas preguntas. Y lamentablemente, nos suponemos cuál será la respuesta. ¿Creen que su partido le expulsará? ¿O la Fiscalía lo citará a declarar? ¿O que habrá consecuencias institucionales, o pasará como con la corrupción de Juan Carlos y se intentará esconder la basura bajo la alfombra?

Felipe González - Europa Press

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La poca vergüenza de Felipe González en muchos hechos y opiniones, especialmente ahora que ya no es presidente, parece una broma comparada con lo que sería la confirmación de implicar a un presidente del Gobierno en una trama de terrorismo de Estado. "González ha acordado la formación de un grupo de mercenarios, controlado por el Ejército, para combatir fuera de la ley a los terroristas". Como si fuera la reencarnación de Stallone o Schwatzenegger en un filme de acción. Pero estamos hablando de España y de su presidente del gobierno. La CIA pintando la cara a los tribunales de justicia española. Y la ciudadanía diciendo que ya basta. La indignación ha colmado el vaso de la paciencia. Por ejemplo, de Pilar Rahola, que propone a la red una lapidaria y demoledora encuesta sobre esta cuestión:

La escritora ha resumido en dos las opciones a escoger, pero la verdad es que a la red le vienen a la cabeza muchas otras descripciones de un hecho (uno más) vergonzoso sobre la política española.