Pilar Rahola sigue pasando unos días de relax en familia y con amigos en su querida Cadaquès, uno de los lugares más bonitos del planeta, que la escritora conoce muy bien. No hay rincón de esta preciosa villa que ella no conozca, no hay ningún edificio, calle o plaza de la cual ella no sepa una historia apasionante, cosa que regala a sus seguidores del canal de YouTube Palabra de Rahola, como hace cada semana durante todo el verano y como ya hizo el año pasado. Si hace siete días nos emocionó mostrando con su hija un lugar emblemático del pueblo, Es Baluard, hoy nos descubre los secretos de otro edificio que es imposible no pasar por delante un par de veces al día cuando vas a dar una vuelta, a comer un helado, a cenar o simplemente, a disfrutar de la maravillosa Cadaqués con un paseo antes de que se ponga el sol o ya de noche. Hablamos de "una de las casas más famosas de Cadaqués, la Casa Serinyana," inconfundible con sus tonos blancos y azul cielo.

casa serinyana
La Casa Serinyana de Cadaqués

Rahola revela la apasionante historia de un edificio muy representativo del pueblo: "a causa de la plaga de la filoxera, que destruyó mucha de la viña de la zona, en 1886, un tercio de la población se marcha a las Américas". Serán los que se llamaron como los indianos. La escritora destaca de ellos que "no conocían Figueres, pero viajan sin problema a Argentina o Cuba, donde la industria azucarera es muy fuerte. Irán por reclamo familiar y allí se establecerán en colonias". Así, pasaron unos años, y en 1898, "cuando España pierde las colonias de Cuba y Filipinas y baja la industria azucarera, muchos emigrantes vuelven. Algunos vuelven ricos y se dedican al comercio o hacen carrera política y construyen en Cadaqués, su villa, casas de gran fachada para poder demostrar su éxito". Muchas de estas casas, ubicadas en el paseo, como, evidentemente, la Casa Serinyana. Rahola recuerda que "se edifica sobre tres casas de pescadores. Octavi Serinyana encarga la remodelación a Salvador Sallés, autor de otras casas de indianos, como la Casa Onofre del paseo". ¿Y qué año acabaron la mencionada remodelación? En 1913. Una casa que "desde siempre se denomina la 'Casa Blaua' por el color de la fachada, de estilo modernista con inspiraciones cubanas. El techo, con dos laterales con pendiente, cubiertos de teja vidriada, contrastan con el alero central, casi plano". Y una curiosidad, "por el puente como comunica con la terraza del mar, se le hizo pagar al propietario un impuesto de 30 pesetas por metro cuadrado. Los balcones son vidriados, de tonos azulados, como la cerámica de la fachada. Tendrá notables forjados con ventanas y balcones, y todas las placas inferiores de la fachada son de 'peperino', una piedra proveniente de Italia.' Rahola también destaca de la Casa Serinyana que "en la guerra es expropiada por los milicianos del pueblo, que la convierten en la sede de la dirección general. Hoy en día, es un símbolo de la huella indiana en la villa de Cadaqués":