Las elecciones del 28-M han sido las de la entronización de la dupla más inquietante: PP y VOX. La derecha extrema y la extrema derecha son pareja de hecho, no hay que esconderse más. El PSOE se ha deshecho como un azucarillo en todo el Estado, acelerado por la desintegración de las izquierdas. Mientras tanto en Catalunya el abstencionismo los ha ayudado a hacerse más fuertes, mientras que el independentismo ha sufrido un retroceso proporcional. Los resultados son un caramelo para el españolismo reaccionario, que se ha organizado a toda velocidad. No hay tiempo para florituras porque todo el mundo piensa en la convocatoria anticipada de generales del 23 de julio. Y el mensaje es claro como el agua: lo quieren todo. Y se están poniendo manos a la obra.

Especialmente significativo es lo que pasa en el País Valencià, donde la dupla ha dinamitado el panorama político con el pacto más vergonzoso, impúdico y aterrador. Un gobierno pepero con la muleta de VOX. Dirán que no es novedoso, ya lo habíamos visto en otros territorios. Pero Valencia, Alicante y Castellón no es lo mismo que Murcia, Madrid, Andalucía o si quieren Aragón. Hablamos de una parte de los Països Catalans, de un territorio con lengua oficial y compartida, un símbolo. Una broma de mal gusto que se multiplica por mil al ver a quiénes han puesto en las sillas. Quien gestionará recursos públicos y se erigirán en representantes institucionales de la ciudadanía y de una democracia "moderna": un maltratador y un torero. Demasiado fuerte. Pilar Rahola, como tantos otros analistas, está estremecida. Y alerta: aunque los colores sean el azul gaviota y el verde facha, la suma es la negra noche.

Pacte Vox PP País Valencià. Europa Press
El pacto Vox-PP en el País Valencià / Europa Press

Pilar Rahola estremecida con lo que está pasando en el País Valencià con PP y VOX

Presten atención a cada palabra del vídeo que la escritora comparte con sus fieles del 'Palabra de Rahola'. Lo explica con un sentimiento de pena irrefrenable, con pavor, incertidumbre y repulsión. "Alguna vez he comentado que lo que me preocupa es la nación más que la independencia. Lucho por la independencia de Catalunya porque es un instrumento para salvar la nación catalana. Y creo que hay que salvarla porque el idioma, un idioma que hace más de mil años que hablamos, nuestra identidad, la memoria, la historia, todo podría desaparecer y, por lo tanto, la nación. Muchas naciones han desaparecido en el mundo. Y somos muchos los que estamos en esta lucha y dedicamos una parte muy importante de nuestra vida a defender la nación catalana porque creemos que está en peligro. Si no lo estuviera no me preocuparía. Y por eso luchamos: porque Catalunya puede desaparecer, absorbida, colonizada y destruida". El País Valencià no es Catalunya per se, pero son inseparables: "Forma parte de una historia compartida tan importante, secular, con idioma propio, con memoria propia, con identidad propia, y ha sufrido un proceso de colonización y de absorción claramente de limpieza memorística, lingüística y de la historia, que ha hecho que cada vez más su eje de pensamiento, político y mediático, sea Madrid y no Valencia. Es decir, que la nación, los Països Catalans o el País Valencià no están en el eje de la percepción de los valencianos, sino que lo está Madrid y la política española. Están colonizando el País Valencià de una manera terrorífica. Solo así se puede explicar que los ciudadanos de Valencia que sufrieron 20 años del peor PP corrupto, que protagonizó los escándalos más aterradores, al cabo de siete años, ¡patapam!, vuelve a ganar y, además, gobernará con VOX que es la herencia del franquismo fascista. Y la herencia, por lo tanto, de todo un planteamiento de ultraderecha que tiene que ver con la peor memoria de Europa".

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El torero Vicente Barrera y Carlos Flores, de VOX / EFE

Valencia en manos de un torero y un condenado por maltratador, la España que arrasa con todo

Rahola no puede dejar de ponerse las manos en la cabeza con los nombres escogidos para ejecutar el pacto de gobierno: "Esto pasa porque obviamente los que han gobernado no han resuelto bien, hasta el punto de conseguir que podamos tener de cabeza de lista a una persona que ha sido sentenciada por maltrato y podamos tener como conseller de Cultura a un torero. Es una persona que estima la muerte de animales en una plaza pública y que lo disfruta y que hace negocio de ello. Que esto pueda llegar a este punto y que, además, todo el planteamiento sea de destrucción de la escasa rivalidad del idioma catalán que todavía se perpetúa en el País Valencià. Somos hermanos, la misma lengua, la misma memoria histórica, pero una destrucción diferente. Se ha destruido más la lengua y se ha destruido esta memoria y este proceso de destrucción de la nación es el que podemos sufrir también en Catalunya". La tristeza es absoluta, también por la amenaza evidente que supone a los vecinos del norte: "Se nos está diluyendo la lengua, la memoria, los siglos compartidos. España lo está colonizado de manera definitiva. Y en Catalunya, preparémonos. Porque puede pasar. Repito: podríamos llegar a tener estado propio y haber perdido la nación. El horror de los resultados y de lo que pasará con un VOX presidiendo las Corts Valencianas, y con torero llevando la cultura del País Valencià y con un PP también gobernando, es síntoma de derrota profunda de la identidad, la memoria, la lengua".

 

Pilar, sin miramientos: "Si el País Valencià llora, preparémonos para Catalunya". Ya están aquí.