Nacida y criada en Barcelona, Pilar Eyre es la cronista real catalana por excelencia. Conoce los intríngulis de la monarquía española casi con tanta profundidad como entiende el país que la vio nacer. Por esto, cuando hace las maletas y se desplaza a otras ciudades del Estado, responde indignada si alguien le espeta alguna mentira sobre la convivencia en Catalunya. Como en el caso de aquellos que aseguran que aquí el castellano está perseguido y que es mejor no hablarlo. Difamaciones que la periodista ha desmentido este fin de semana en el programa El Divan de Catalunya Ràdio.

ENTREVISTA PILAR EYRE LIBRO CARMEN LA REVELDE ROBERTO LÁZARO 01

Pilar Eyre niega que el castellano esté perseguido en Catalunya | Roberto Lázaro

"Yo no hablo catalán. A mí se me tendría que conservar como a un dinosaurio. Esto es la muestra palmaria de que en este país tiene cabida todo el mundo", ha bromeado Eyre en una conversación con Sílvia Cóppulo. La periodista es una más de aquella mitad de catalanes que tienen el castellano como lengua materna. Lleva 68 años hablándolo diariamente en Catalunya con absoluta normalidad (faltaría más). Toda la vida. Pero hay fake news que penetran con fuerza, y cuando a menudo viaja a Madrid y a otras ciudades españolas a veces escucha verdaderas burradas: "A mí me han llegado a decir que si en Catalunya hablas castellano te tiran piedras por la calle". Una desinformación que la escritora combate con su propio testimonio: "Yo puedo decir, con una seguridad tremenda en mí misma, que llevo toda mi vida hablando en castellano y nunca, jamás, me ha pasado nada. Voy a TV3, vengo aquí a Catalunya Ràdio, he escrito en periódicos en catalán… y nunca nadie me ha dicho que si no le hablo en catalán no me va a contestar" (podéis escuchar el fragmento a partir del minuto 19:45 del audio).

Pilar Eyre niega la persecución del castellano y explica también porque no habla nunca el catalán: "Lo intento. Me gustaría hablarlo, pero lo hago tan mal", lamenta en la radio. "Y sin embargo utilizo muchas palabras en catalán sin incluso saberlo. En la editorial necesito correctores por las catalanadas que meto. Por ejemplo digo “me entrebanco”, y me tienen que decir que en castellano no se dice así. Así que también tengo un castellano muy contaminado por el catalán". Persecución lingüística sí que ha habido en Catalunya, y está documentada. Pero la lengua prohibida nunca ha sido el castellano, sino el catalán. Hay generaciones que ni siquiera lo han podido aprender en el colegio. Los abuelos escolarizados en la época franquista son un ejemplo de ello.