Uno de los fenómenos más dignos de estudio, más que no las bodas, son las peticiones de mano. Si bien es cierto que hay bodorrios surrealistas, horteras y donde la necesidad de dar la nota queda reflejada en una ceremonia pretendidamente original, cuando, en el fondo lo que hacen, es pena, todavía es más esperpéntico lo que hacen algunos y algunas a la hora de pedir a su pareja que se case con ellos y ellas. Peticiones de mano grotescas, donde la imaginación va cogida de la mano de la vergüenza ajena. Peticiones ridículas, además, que no solo se hacen en la intimidad, sino que son muchos los que piensan que es una buena idea inmortalizarlas grabándolas en vídeo para mostrárselas a todo el mundo, orgullosos ellos, cuando lo que tendrían que hacer es esconder la cinta en un cajón o lanzarla directamente a mar.

 

De peticiones de mano bochornosas las hay para dar y para tomar: peticiones de mano en el fondo del mar vestidos de submarinistas, peticiones de mano con niños cogiendo unos carteles para que los vea su maestra, peticiones de mano en medio de una pista de baloncesto o de un estadio de fútbol, ante todo el público o mientras te graba la kiss cam, peticiones de mano en forma de lip-dub (aquel playback en vivo que arrasó hace tiempo en universidades, facultades, hospitales o institutos, con todo el mundo haciendo ver que cantaba una canción mientras iba apareciendo todo quisqui), peticiones de mano en un restaurante con el anillo a la hora de los postres, peticiones de mano en lo alto de un edificio o monumento gigantesco... Y así hasta el infinito. Pero si creéis que lo habíais visto todo, esperad a ver la petición de mano más infame de los últimos tiempos. La ha compartido el genial periodista y locutor de RAC1, Marc Serra.

Marc Serra, con Toni Clapés y Mariona Escoda en RAC1 / @marc_serra
Marc Serra / @marc_serra

Ques os den a todos... A todos, no lo sabemos, pero a un par que se han casado, sí. Serra, uno de los componentes destacados del Versió RAC1 y cover habitual de Toni Clapés cuando este no está, todavía se pellizca por lo que ha visto. De hecho, ha acompañado el vídeo de la petición con tres explícitas palabras: "No puede ser". ¿Y qué es lo que no puede ser? Una pareja dentro de un coche. Un grupo de encapuchados con trajes militares les hacen salir del coche y les empujan, obligándolos a ponerse inclinados con la cabeza en el capó mientras los apuntan con armas de fuego. La chica va gritando asustada, hasta que en un momento determinado, el chico hace como si se librara de su captor y le muestra el anillo de compromiso mientras se arrodilla, y uno de los supuestos agresores cambia la escopeta por un ramo de flores que le acerca a la novia. Un esperpento de la cabeza a los pies.

Enseguida, avalancha de reacciones poniendo a caldo al novio (y a la novia por no enviarle a hacer puñetas al primer segundo). Desde la compañera de profesión de Serra, Marta Romagosa, de Catalunya Ràdio, hasta oyentes y seguidores que no se han mordido la lengua para dejar claro qué les parece esta petición de mano:

Seguro que este par de impresentables fueron de luna de miel al Sahel o a Ucrania.