De un tiempo a esta parte está circulando una fake news que sitúa al vicepresidente catalán, Pere Aragonès, cerca del Opus. Es lo que tienen las redes, que como el mar, cuanto más tiene, más brama. Y con esto está pasando tres cuartos de lo mismo, como más se esparce, más se da por hecho. Sólo ha hecho falta que toda la oposición en bloque decidiera tumbar el dictamen del proyecto de ley de contratos de servicios a las personas, más conocida como la Ley Aragonès, para que vuelva a reavivar esta supuesta información sobre el político de ERC.

Pere Aragonès retrato Parlamento sin Torra- EFE

Efe

Pero nada más lejos de la realidad. Aunque sus detractores han utilizado desde hace tiempo esta supuesta vinculación como arma arrojadiza:

Que a los políticos se les puede cuestionar por un montón de cosas, es una obviedad. De hecho, es saludable que sea así. También con Aragonès, faltaría más. Pero yerran el tiro los que le buscan las cosquillas adjudicándole el sanbenito de ser miembro de la prelatura fundada en el año 1928 por Escrivá de Balaguer. De precedentes, hay unos cuantos en el Congreso y en el Parlamento. ¿A qué intereses responden ahora las acusaciones concretas a Aragonès? Sea como sea, sólo hay que recuperar alguno de los comentarios que el mismo político hizo años atrás, hablando de los Borbones y del mismo fundador del Opus Dei. Unas palabras difíciles de entender si fuera miembro:

Es curioso como los detractores mencionan siempre al abuelo paterno, exalcalde franquista de Pineda de Mar, como si fuera responsabilidad suya el pasado familiar. No mencionan, sin embargo, a un bisabuelo, exiliado por comunista. Sea como sea, sus vecinos asisten incrédulos a este ejercicio de descrédito hacia Aragonès. Es el caso de Mònica Palacín, diputada en el Parlament por ERC y concejala en el ayuntamiento de Pineda de Mar. Conoce bien al vicepresidente del gobierno catalán y niega la mayor de manera rotunda. Define a Aragonès como alguien "ateo, casado por lo civil, nada practicante" y, evidentemente, a las antípodas de los postulados del Opus. Y añade: "Si quieren criticar a un político de izquierdas, ¿no pueden hacerlo sólo desde un punto de vista político? Pero claro está, es más fácil relacionarlo con algo tan de derechas como el Opus, que además es mentira".