Mi casa es la tuya (Telecinco) ha vuelto por la puerta grande. Con un 18,5% de audiencia y 2.663.000 espectadores lideró la noche del miércoles, un día no habitual para el programa de Bertín Osborne, que cedió el martes por el estreno – poco exitoso – de Gran Hermano Revolution.

La culpable de estos buenos datos es Paz Padilla. La carismática presentadora y actriz es sinónimo de éxito. A pesar que el contenido de la entrevista fue relajado, amable y evitando todo tipo de polémicas – como la gran mayoría de entregas del programa –, la conductora de Sálvame amenizó la velada con sentido del humor y curiosas anécdotas.

"Detrás de la careta de humorista, está Mari Paz, y procuro protegerme. Por eso no doy entrevistas para hablar de mi vida privada desde hace 20 años", explicaba Padilla. Consciente de que no sería una entrevista dura, se soltó en una conversación prácticamente a oscuras a causa de un problema eléctrico de la casa.

Las anécdotas que más llamó la atención del público fueron las de la infancia de la humorista. Padilla explicó que cuando era una niña quemó su casa y que tardó 10 años en reconocer la autoría de los hechos. "Un día cogí el colchón y le metí fuego para ver qué pasaba. Al final las cosas no salieron como planeé y se extendió por toda la casa. Mi madre estaba embarazada y se puso de parte del susto", explica.

Durante la entrevista se trataron varios temas: su boda en la India, el primer casting en televisión, y su experiencia como presentadora de Sálvame. "Sufro mucho en Sálvame. Muchísimo", confesaba Padilla. No obstante, reconoce que el programa le ha dado muchas tablas y que ahora "ya no le tiene miedo en nada".

Bertín Osborne acabó la entrevista diciendo que era una de las más divertidas que había hecho nunca.