Lejos del foco mediático. Así se ha mantenido Paz Padilla después de vivir los peores meses de su vida. Este año ha sido el más duro para|por la presentadora. Ha vivido tres muertes muy próximas: su madre, su marido y su suegra. A veces, la vida nos da estos palos y lo tenemos que afrontar como podamos. Padilla ha querido mantener el anonimato, desconectar y encontrar la "paz en su interior".

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Encontrando paz en mí interior.

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Ahora, casi dos meses después de la muerte de su querido a causa de una larga enfermedad, Paz Padilla ha vuelto al plató de 'Sábado Deluxe' para explicar cómo ha sido durante estos meses de tristeza y luto.  "No se ha muerto mi marido, se ha muerto mi alma gemela, el amor de mi vida",, explicaba la presentadora de Telecinco.

Padilla fue muy sincera durante toda la noche de ayer tanto con sus compañeros como con la audiencia. Y es que explicó cómo fue todo el proceso que vivió con su marido, desde que le diagnosticaron el cáncer hasta que acabó con él. Pensando que tenía estrés por la falta de sueño y de concentración, Antonio Vidal fue al hospital, le hicieron una resonancia y, un día antes de la graduación de Anna F., la hija de Paz, le llamaron diciendo que le habían detectado un tumor cerebral con mal pronóstico.

Paz Padilla

Paz Padilla

Paz Padilla con su marti Antonio Vidal. | @paz_padilla

La presentadora confesó que ya le avisaron los médicos de la enfermedad fulminante que tenía su marido y que era mejor que fuera aceptando con serenidad su defunción. "Murió en mis manos", explicaba entre lágrimas la colaboradora. Paz no se separó ni un momento de su querido y quiso que pasara sus últimos minutos de vida con su gente más próxima.

Ayer se formó un ambiente único en el plató de Telecinco y Padilla lo quiso aprovechar para dar una auténtica lección al explicar que está en llena de luto y se siente triste pero igual que llora también ríe porque ha asumido que la muerte forma parte de la vida.

Un sábado noche que algunos han calificado "de 10, una entrevista obligatoria". Ahora toca mirar hacia adelante: "El hecho de que haya muerto mi marido no me ha quitado las ganas de vivir [...] Voy a seguir viviendo y tengo un propósito, ser feliz. Se lo debo a él", concluía.