El idilio clandestino que protagonizaron Carlos Falcó, V marqués de Griñón, y la heredera griega Christina Onassis, la mujer más rica del mundo, permanece casi olvidado en los anales de los romances aristocráticos. Corría la década de los setenta cuando el aristócrata español, padre de Tamara Falcó (43), se convirtió en el confidente y paño de lágrimas del magnate. Sus encuentros, cargados de confidencias y promesas mudas, llegaron a alimentar los corrillos sociales de medio mundo, aunque nunca llegaron a consumarse en un compromiso formal.
El amorío del marqués de Griñón
Por entonces, Christina había atravesado varios matrimonios fallidos y anhelaba una relación sincera. Su vínculo con Carlos Falcó surgió tras un coctel en Suiza, donde ambos coincidieron gracias a amistades comunes.
Él ofreció a la millonaria un refugio alejado de la prensa y de las expectativas familiares; ella, deslumbrada ante tanta atención hasta entonces inédita, encontró en el marqués un hombro sólido. Sin embargo, aquel idilio no logró resistir las presiones de sus entornos: por un lado, la familia Onassis y sus exigencias; por otro, el compromiso ineludible de Falcó con sus tierras, sus negocios y su herencia nobiliaria.

En paralelo a este fugaz romance, la saga familiar de los Onassis vivía un giro dramático. Aquel vínculo entre Christina y Carlos Falcó coincidió con el desgarro que provocó un incidente que cambió para siempre las relaciones internas del clan griego. Fue así como Marina, hermana menor de Christina, perdió todo tipo de contacto con la criatura que ésta aguardaba: un bebé que, en enero pasado, celebró sus 40 años ajeno ya al calor maternal. Tras aquel suceso, Christina tuvo que renunciar a su deseo de contraer matrimonio por quinta vez con Jorge Tchomlekdjoglou —hermano de Marina— de quien estaba perdidamente enamorada.
El desencuentro con Jorge no solo cercenó las ilusiones de una nueva familia para Christina Onassis, sino que arrojó sombras sobre su posible felicidad junto a cualquier otra pareja. Aunque en el libro que repasa la biografía de los Onassis se omite deliberadamente la cronología exacta de su breve acercamiento con el marqués de Griñón, varias fuentes cercanas aseguran que aquel romance contribuyó a ahondar la soledad de la heredera. Y es que, mientras ella vertía sus lágrimas en brazos de Falcó, el aristócrata nunca se sintió dispuesto a dar el salto definitivo: a su corazón no le palpitaba de igual manera.

Tamara Falcó y la historia de su padre
Para Tamara Falcó, hoy consolidada como influencer y chef de renombre, la historia de su padre con la millonaria griega apenas supone un eco lejano de confidencias susurradas en salones europeos. A sus 43 años, la marquesa de Griñón observa con mezcla de curiosidad y distancia aquellos episodios que marcaron la vida sentimental de quien le transmitió el carácter fuerte y la pasión por la tradición. En sus memorias familiares, el romance con Christina Onassis pasará a engrosar la lista de amores imposibles: historias que nunca llegaron a perfilarse en un “para siempre”.