La periodista Nieves Herrero sigue triunfando en la radio, ahora al frente de la tertulia de las tardes de Onda Madrid. Los medios de comunicación son su pasión y ha dedicado toda su vida a la información. Profesional, exitosa y también sincera. Hoy todo el mundo habla de ella a raíz de una entrevista muy valiente que ha concedido a Público, en la que relata un crudo episodio que vivió cuando era pequeña y que le ha marcado de por vida.

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El testimonio es aterrador, explicado entre temblores: "Un amigo de mis padres abusó de mí cuando yo tenía entre 3 y 5 años". Dicen que los recuerdos de aquella época no acostumbran a ser recordados, pero ella lo niega: "Lo recuerdo perfectamente. El cerebro no te engaña y te lo recuerda". "De aquel amigo -que por descontado dejó de serlo cuando mis padres se enteraron- recuerdo las manos y las cosquillas. Las cosquillas que no tenían que existir porque llegaban a donde no tenían que llegar. Eran manos de plomo, manos que pesan. Desde entonces que siento que hay manos de plomo que pesan el alma", empieza.

Después de muchos años intentando dejar en un cajón oculto esta pesadilla, ahora ha decidido explicarlo: "No hay derecho a que te roben la infancia de esta manera. No hay derecho que lo más bonito del mundo que es ser niña te lo estropeen de esta manera. Yo no entendía nada. Me escondía cada vez que venía a casa. No quería estar con él. Él me decía que no se lo explicara a nadie, que era nuestro secreto".

La situación era muy complicada para una niña tan pequeña, que no sabía cómo actuar. Herrero asegura que no quería decírselo a los padres por miedo que les hiciera daño. Una vez lo hizo, no se lo podían creer, pero lo sacaron de su vida inmediatamente. Eso provocó Nieves un trauma que costó mucho eliminar: "Cada vez que se me acercaba un hombre me ponía una coraza. Me acordaba de él y reaccionaba así. Me convertí en una desconfiada. No soporto cuándo me cogen y noto ciertas intenciones. Me pongo a la defensiva".

Nieves Herrero GTRES

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Al convertirse en madre se decidió a convencer a sus hijas de que tenían que ir con cuidado: "Con los niños siempre estoy muy alerta. Les veo muy vulnerables. Desde mi infancia me hice detractora de estos hombres con intenciones oscuras".

Pero ¿por qué lo explica ahora después de tantos años? Primero de todo, según Nieves, porque ya no hace daño a los padres. Pero sobre todo porque compartir "es quitar peso a la conciencia": "Denunciar y visibilizar un enorme problema a nuestra sociedad que tenemos que cortar de lleno. Yo tuve mis padres y mis tres hermanos que me protegieron como la hermana pequeña que era, pero hay otras historias en las que los niños no tienen una familia que los ayude, los cuide y los pueda seguir viendo sin quedarse roturas para siempre".

El testimonio pone los pelos de punta, pero es de admirar la valentía de la periodista. Esperamos que hacerlo público ayude otras víctimas de alguna manera.