Cuando eres nieto de Robert De Niro, el mundo suele pensar que lo tienes todo: prestigio, privilegios, puertas abiertas. Y sin embargo, el 2 de julio de 2023 esa sensación de seguridad se desvaneció para siempre. Leandro De Niro Rodríguez, de tan solo 19 años, fue hallado muerto en su apartamento de Manhattan. La autopsia dictaminó lo que muchos temían: una sobredosis accidental por una mezcla letal de fentanilo, ketamina, ansiolíticos y otras sustancias.

Drena y su hijo

Para su madre, Drena De Niro, la tragedia no fue sólo la pérdida de un hijo, sino la destrucción de un mundo entero que tenían construido. En una reciente entrevista confesó lo que muchos callan: no cree que el detonante haya sido solo la droga, sino algo más silencioso, aparentemente inocente, pero devastador: internet. Sí, la red que conecta, informa, entretiene… y también puede destruir.

“Hubo un cambio tan rápido en él… supe que algo iba mal. Y supe que tenía que ver con lo que hacía en internet”, explica su madre. Mencionó plataformas como TikTok, pero sin entrar en detalles. Según ella, su hijo pasó de fumar marihuana y salir a divertirse a consumir pastillas adulteradas, sin que nadie lo detectara.

Pocos eran conscientes de lo vulnerable que puede ser incluso alguien con apellido famoso. El mundo le había abierto las puertas, pero no le garantizó inmunidad ante la presión, la curiosidad, la desinformación o la depresión silenciosa. Porque detrás del glamour, la herencia artística y la herencia mediática hay una persona joven, con emociones, miedos, contradicciones.

Drena denunció que alguien le dió fentanilo a su hijo 

Tras su muerte, Drena denunció públicamente que vendieron a su hijo pastillas adulteradas: “alguien que sabía lo que hacía le dio fentanyl a un chico de 19 años”. Cinco personas fueron detenidas en octubre de 2025 como parte de una red acusada de traficar falsificaciones letales. Pero para ella, la justicia —aunque llegue tarde— no será consuelo. “Son detenciones agridulces”, dijo. La herida no la cierra un tribunal.

Hoy la familia intenta transformar el dolor en algo más. Junto al patriarca, Robert De Niro, Drena ha creado la Leandro De Niro Rodríguez Foundation, con el propósito de alertar sobre los peligros del fentanilo, educar en salud mental y apoyar a jóvenes y familias atrapadas por las adicciones.

Lo que pasó no es solo un titular más de tragedia en Hollywood. Es una advertencia urgente: las pantallas que admiramos, las redes a las que acudimos, pueden esconder rutas peligrosas. Puede que pensemos que ciertos nombres impiden caer, pero la vulnerabilidad humana no entiende de apellidos. Y porque Leandro era “hijo de…” —o nieto de…— no significa que estaba blindado.

Detrás de cada foto, de cada post, de cada like, puede haber una herida. Su familia lo sabe demasiado bien. Y su historia, lamentablemente, habla del mundo real, donde fama y fortuna no siempre ofrecen un refugio contra la oscuridad que el silencio y la red pueden sembrar.