Estamos tan saturados con la campaña electoral de Madrid que algunos de sus momentos más espeluznantes pasan desapercibidos. Acaban estallando, sí, pero actúan como una bomba retardada. Es lo que está pasando con un mitin del Partido Popular del pasado viernes, que entra directamente en el salón de la fama de los ridículos más aberrantes. Dos personajes convirtieron el atril en una especie de escenario del Club de la Comedia 'pepera': uno, el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez Almeida. El momento álgido, una ironía que arde en la red: "somos fascistas, pero sabemos gobernar". Lo mismo pasa con lo que hizo la nueva presidenta de las Nuevas Generaciones del partido, la diputada vasca Beatriz Fanjul. Su actuación cotiza aparte: dijo de Ayuso que "más vale malo conocido que bueno por conocer", aparte de chistes de pésimo gusto, dislates y, en general, un comportamiento sospechosamente excitado. Estos son los momentos:

ALMEIDA 'ON FIRE':

BEATRIZ FANJUL DESENCADENADA:

El disparate de Fanjul, como decíamos, está superando en vergüenza ajena a la sandez de Almeida. Del alud de reacciones que ha provocado el show, destacaremos la de alguien muy particular: sabe cómo es subir a un escenario a enfrentarse al público; conoce bien el PP, sus ideas y sus miembros; y lo más importante, no le engañan. Hablamos del cantante asturiano Nacho Vegas, expareja de la concejala de cultura del Ayuntamiento de Madrid: la barcelonesa Andrea Levy. Partieron peras hace mucho tiempo, sentimental e ideológicamente. Están en las antípodas: Vegas es próximo a Podemos, e incluso ha defendido a los presos políticos independentistas a pesar de no compartir su causa. Nacho ha hundido a Fanjul y al PP de Ayuso con un tuit que chorrea sorna en cada letra: "ver un linchamiento a una pepera por ir piripi me parece superinjusto". Superinjusto y más cosas...

Tuit Nacho Vegas sobre Bea Fanjul

Tuit Nacho Vegas sobre Bea Fanjul

nacho vegas @NachoVegasTwit

Nacho Vegas / @NachoVegasTwit

andrea levy GTRES

Andrea Levy / GTRES

El martes acabaremos de una vez por todas con el culebrón electoral, la comedia y el drama, pero un misterio seguirá sin resolverse: en que narices piensan los votantes de Madrid.