No falla. No hay partido donde jueguen Barça y Madrid que retransmita Movistar+ que los espectadores no tengamos que asistir a un festival de comentarios indisimulados, de partidismo descarado, de gestos indignantes en una televisión que se supone que tiene que ser parcial y que tendría que transmitir el partido sin tomar precisamente partido. Pero es superior a ellos. No lo pueden (o no lo quieren) evitar. Pero que alguien les diga que se tapen un poco. Pero no hay manera. Siempre que hay un clásico, especialmente de baloncesto, generan indignación con sus comentarios y este miércoles, lamentablemente, ha vuelto a pasar.

Segundo partido de la final de la Liga Endesa entre Barça y Madrid. Segundo clásico entre azulgranas y merengues, nuevamente en el Palau, después de que en el primer partido el conjunto blanco se impusiera claramente. Ayer el Palau Blaugrana fue una olla a presión y con un Nicola Mirotic estelar, los de Jasikevicius consiguieron empatar la final. Victoria por dos puntos en un final ajustadísimo donde incluso, uno de los jugadores del Madrid, Yabusele, se enfrentó como un perdonavidas a uno de los árbitros, casi con la cabeza tocando la cabeza del árbitro. Macarrismo en grado máximo que, ¡oh sorpresa!, no fue comentado en el acta después del partido, tal como informa el periodista de RAC1 Marc Mundet. Incomprensible.

Igualmente incomprensible ha sido constatar nuevamente que los comentaristas de Movistar no se cortan un pelo a la hora de decir según qué. En esta ocasión, alguna frase alentadora dirigida al entrenador madridista, Chus Mateo, que está en el banquillo blanco mientras Pablo Laso se recupera de un ataque cardiaco que sufrió. Estupor al oír al comentarista diciéndole "a por ellos". Ya ni intentan disimular ni nada. Lamentable:

Sólo recomendamos a estos aficionados que el viernes y el domingo pongan el mute en la tele, o se pongan tapones en las orejas o se pongan música clásica de fondo. Porque ahora vienen dos partidos en la pista del Madrid, y si en Barcelona ya han dejado caer alguna como la que oyeron los espectadores, imaginen qué puede pasar enfervorizados por miles de espectadores madridistas...