Piqué continúa con su vida con Clara Chía. Intenta consolidar la relación a pesar de todos los problemas que existen a su alrededor, y es que no se lo están poniendo nada fácil. Aunque durante los primeros meses intentó salvaguardar su identidad, finalmente salió a la luz. Una joven estudiante de relaciones públicas con melena rubia. La catalana trabajaba en un bar de copas de la zona alta de Barcelona para sacar un dinero extra, allí conoció al entonces futbolista. Ella era amiga íntima de la pareja de Riqui Puig.

Con Clara Chía, Piqué engañó a Shakira. La relación no pasaba por uno de sus mejores momentos y ambos eran conocedores, tal y como relata la colombiana en sus últimas canciones, sin embargo no le pusieron remedio, o una de las dos partes no quiso. La historia de ambos ya es agua pasada, pero siempre les unirán dos personas, Milan y Sasha. Por ahora son los dos únicos hijos del empresario. Por ellos, el catalán y la colombiana llevaron a cabo una ardua batalla con sus abogados. La custodia fue el único problema de la ruptura. Finalmente, la de Barranquilla consiguió llevárselos con ella a Miami, el padre pasa 10 días con ellos todos los meses, a veces en Estados Unidos y otras en España. En verano tiene un mes para estar con ellos. Sin embargo, cada vez que los niños están cerca, Clara está lejos, por petición de Shakira.

Clara Chía y Piqué
Clara Chía y Piqué

Clara Chía se marcha de casa mientras Piqué está de vacaciones con Milan y Sasha 

Durante las vacaciones de verano Piqué tiene mayor peso en las vacaciones de sus hijos, con él pasarán el 70% de su tiempo, mientras que con ella solo el 30%. Mientras ambos quedaron satisfechos con este acuerdo, Clara Chía vive uno de sus peores momentos. Según ha informado Pepe del real en 'El programa de Ana Rosa', Clara Chía no termina de estar de cómoda con este acuerdo y lo pasa mal cuando Piqué está con sus hijos.

Clara Chía y Piqué, primera foto juntos
Clara Chía y Piqué, primera foto juntos

Tal y como detalla el colaborador, Clara Chía entiende que Piqué deba y quiera pasar tiempo con sus dos hijos, sin embargo no está conforme con lo que ello implica. Cada vez que Milan y Sasha están en casa, la joven estudiante tiene que hacer las maletas y desaparecer de la vida del exfutbolista, como si nunca lo hubiese conocido. Durante la estancia de los menores, la catalana se ve obligada a volver a casa de sus padres temporalmente y es una situación poco agradable para una persona enamorada y que ya se ha independizado porque es una cosa que pasa muy a menudo. Ninguno de los niños están cómodos al lado de Clara, pero muchos menos Sasha, el más pequeño, que lo está pasando realmente mal con la ruptura.