Absolutamente nadie se quiso perder el partido del Barça contra el Inter de Milán, una cita marcada en fluorescente en el calendario de los culés que acabó con el final más triste de todos: una derrota que comportaba el final del Barça en la Champions. Todo el mundo soñaba con el triplete, y al final parece que nos tendremos que conformar con la Copa del Rey y con una probable liga que se decidirá el próximo domingo. Pero bien, olvidémonos por un momento de la derrota y situémonos a unas horas antes de esta la tragedia, justo cuando los culés estaban hechos un saco de nervios para vivir el partido más decisivo de la temporada. Por la red todo el mundo apostaba por la victoria y los bares estaban llenos de culé haciendo birras para ver el partido, pero no solo estamos hablando de Catalunya. Hay culés por todo el mundo, y sobre todo, pero no menos importante, culés infiltrados en el mundo de los VIP. Atentos.

Entre todos los rincones del mundo que la gente vio el Barça, Juliana Canet, comunicadora y copresentadora del programa Que no surti d'aquí de Catalunya Ràdio, estaba mirando el partido desde Nueva York, la ciudad que nunca duerme y con una diferencia de hora notable. La de Cardedeu está pasando unos días de ocio por la gran ciudad con su chico, Guillem Tarrés, quien claramente no se podía perder el partido de ayer. Los dos están en la ciudad de vacaciones, pero Juliana Canet no ha querido deshacerse de su responsabilidad con sus oyentes y con su programa, como bien dice ella, es una workaholic, una adicta al trabajo, después de vivir muy cerca la MET Gala y explicarnos algunos de los detalles de su experiencia por las Américas, hoy nos ha explicado cómo fue ver un partido del Barça desde Nueva York, y la información que le llegó de Milan Piqué, quien estaba muy cerca de ella mirando un partido en un bar de Manhattan. Muy fuerte.

Gerard Piqué, Milan y Sasha en el Camp Nou / GTRES
Gerard Piqué, Milan y Sasha en el Camp Nou / GTRES

Concretamente, Juliana Canet estaba en Little Spain, un mercado español de la ciudad americana donde puedes comer todo tipo de platos y productos tradicionales de España, y donde, claramente, ayer emitieron el partido de fútbol del Barça. Fue durante este momento mientras cenaba cuando le llegó que Milan Piqué también estaba mirando el partido del Barça a poca distancia de ella (teniendo en cuenta la dimensión de la ciudad): "Por primera vez desde que estoy aquí en Nueva York tuvo sentido mi pequeña corresponsalía inventada por mí, porque en realidad estoy de vacaciones. Porque de repente, recibí una información que me confirmaba que una de nuestras personitas preferidas estaba viendo el partido desde un bar de Manhattan absolutamente normal. Esta persona era el Milan Piqué, el hijo de Shakira y Piqué, que estaba sin ninguno de sus padres viendo el partido del Barça. Se ve que es muy culé, mucha energía, mucha pasión, por el bueno y por el malo, y que seguramente iba acompañado de lo que serían gente que se encargaba de ellos, un par de adultos: un hombre y una mujer. No te puedo decir más, pero me llamó bastante la atención que estuviera por Manhattan mirando el partido la verdad" explicaba Juliana a las seis de la mañana desde Nueva York a todos los oyentes y también a Roger Carandell y Marta Montaner, sus compañeros del Que no surti d'aquí que la escuchaban desde el estudio de Catalunya Ràdio.

Shakira Met Gala GTRES
Shakira en la Met Gala / GTRES
Milan, Sasha y Gerard Piqué en el Camp Nou / GTRES
Milan, Sasha y Gerard Piqué en el Camp Nou / GTRES

Ahora bien, muchos os preguntaréis: ¿qué hacía Milan Pique en Nueva York si él vive en Miami con su madre? Pues todo encaja, porque justo la noche antes Shakira estuvo invitada la MET Gala que se celebraba en el Museo Metropolitano de Artes de Nova York. Por lo tanto, seguramente Shakira no debió tener nada de ganas de ver el fútbol, ni mucho menos el Barça, y envió a algunos de los muchos canguros que se hacen cargo de sus hijos, a ir con Milan Piqué a ver el Barça. Como bien ya ha explicado su padre, Gerard Piqué, en algunas ocasiones, Milan es un culé de cabeza a pies que lleva el escudo en el pecho y que, por muchos millones de kilómetros que esté lejos de casa, no se perderá ni un partido del Barça, y así lo hemos podido comprobar de nuevo.