La pasada gala de Supervivientes, presentada por Carlos Sobera, estuvo marcada por las emociones fuertes. En plató Rocío Flores perdió los papeles, presumió de mal carácter y se encaró con absolutamente todo el mundo, incluyendo los trabajadores de detrás de las cámaras. En Honduras los concursantes se enfrentaron al puente de las emociones y la catalana Melyssa, primera en subirse, puso los pelos de punta a todos recordando una dura etapa de su vida que le ha marcado un antes y después. Un estremecedor relato que nunca antes se había atrevido a contar públicamente y con el que Lara Álvarez se quedó sin palabras. 

Melyssa Pinto mal estado Telecinco

Melyssa Pinto, Telecinco

"Con 14 y 15 años empecé a tener problemas con la alimentación, a obsesionarme mucho con el físico, a perder peso y entonces acabé enferma", confesó la de Girona a su paso por Honduras. Un trastorno que al principio, para no preocupar a sus padres, llevó de escondidas. "Vomitaba y empecé a perder mucho peso", confesó. Sin embargo, a los meses, sus padres se dieron cuenta de la delicada situación de su hija y las cosas en casa de Melyssa se complicaron mucho. "Cuando una persona hace esto es porque no está bien de la cabeza y debemos ponernos en manos de profesionales", afirmó la concursante, a modo de reflexión, dando un consejo a todas aquellas personas que viven obsesionadas con su anatomía. Fotos del momento:

Melyssa Pinto, Telecinco

Melyssa Pinto, Telecinco

Melyssa Pinto, Telecinco

Melyssa Pinto, Telecinco

Un problema con la alimentación del que Melyssa se arrepiente mucho, no solamente por el mal trago que hizo pasar a sus padres, sino por la mala influencia que ejerció sobre su hermana, once años menor que ella. "Siento que de alguna manera también la he hecho obsesionarse con el físico. Lo que pasa es que ella es mucho más fuerte que yo por eso nunca ha terminado enferma. Pero yo era su reflejo y siempre ha visto en mi su modelo a seguir". Un testimonio que merece ser escuchado, no una, sino varias veces. De los errores se aprende y Melyssa, con ayuda, ha conseguido salir adelante. Muy valiente. ​