Mayo del 2003. La modelo Martina Klein protagoniza la portada de la revista de moda Marie Claire. En la imagen aparece totalmente desnuda, cuando tenía 26 años. Como dice ella misma, "tal como vine al mundo". En páginas interiores, el magazine de los amantes de las pasarelas detalla cómo se cuida la top model catalanoargentina para mantenerse en forma. Pero no es oro todo lo que reluce y ahora que ya tiene 43 años, Klein asegura haber estado siempre acomplejada. Una de las profesionales mejor pagadas del país, insatisfecha con su propio cuerpo. Inseguridades que son responsabilidad, en gran parte, del sector en el que trabaja, y que este jueves ha explicado en sus redes sociales.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Año 2003, tal como ven en el mundo, ante el objetivo de @outumuro_oficial. Foto maravillosa. Atención spoiler: voy en quitarle el glamour a lo estás viendo: Me avergüenza decir (y sentir|oír) que siempre he estado acomplejada de mí cuerpo, y tal afirmación me provoca sentimientos encontrados, miedo un lado me apena haber sufrido tantas inseguridades (creadas miedo mí e instigadas miedo yo entorno, tan exigente y caprichoso a la hora de catalogar la belleza) justo en la época de La Belleza y La Juventud; y miedo otro, me abofetearía: ¿de qué té quejas, niñata? ¡mírate! No pretendo ni despertar compasión, ni rechazo, solo dejar una reflexión para que sumemos juntas. ¿Tiene sentido vivir acomplejadas? ¿Quién fija los cánones y en quiénes favorecen?¿Como callar laso voces de los prejuicios? ¿Y laso más peligrosas: ¿laso nuestras? En fin, que uso esta foto para decir que yo también me he amargado (y me amargo) la vida diciéndole (diciéndome) cosas desagradables a mí cuerpo. En quien le sirva, que se lo quede aunque mal de muchos, consuelo de tont@s. Así somos. Pero no está bien. #tbt

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Aunque Marta Klein afirma que le parece maravillosa, la fotografía le evoca también otro tipo de sentimiento: "Me avergüenza decir (y sentir) que siempre he estado acomplejada de mi cuerpo", escribe en su perfil de Instagram. "Por un lado me apena haber sufrido tantas inseguridades (creadas por mí e instigadas por mi entorno, tan exigente y caprichoso a la hora de catalogar la belleza) justo en la época de La Belleza y La Juventud; y por otro, me abofetearía: ¿de qué te quejas, niñata? ¡mírate!". La modelo, víctima de la presión del mundo de la moda, que obliga a sus maniquíes a tener unas medidas corporales estrictas para desfilar sobre una pasarela. Harta de autoflagelarse cuando se pone ante un espejo, Klein reflexiona: "¿Tiene sentido vivir acomplejadas? ¿Quién fija los cánones y a quiénes favorecen?¿Como callar las voces de los prejuicios? ¿Y las más peligrosas: las nuestras?".

martina klein GTRES

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Lección para todos aquellos que quieran leerla. Las modelos tienen complejos como todo el mundo, y a Martina no la ha ayudado en nada el hecho de tener que estar siempre perfecta según el criterio de la industria: "Yo también me he amargado (y me amargo) la vida diciéndole (diciéndome) cosas desagradables a mi cuerpo. A quien le sirva, que se lo quede aunque mal de muchos, consuelo de tontos. Así somos. Pero no está bien".