Se acercan las fechas navideñas, en poco más de una semana estaremos comiendo como si no hubiese un mañana y acabaremos con pesadez. Después llegarán los propósitos de año nuevo, entre ellos ir al gimnasio, pero mientras tanto muchas familias ya preparan el menú de estos días, en muchos casos fijándose en el precio de los alimentos, que suben más de la mitad. Los más previsores los compran antes del mes de diciembre y los congelan.

Martin Berasategui estrelles Michelin
Martin Berasategui estrelles Michelin

Todos los cocineros coinciden en que para cocinar bien es importante los tiempos de la cocción y el cariño que se le ponga al plato. Martín Berasategui ha recomendado un menú navideño para que no caigas en el estrés propio de estas fechas, especialmente cuando eres tú el anfitrión y tiene a tantas personas en mesa. Es importante seleccionar productos que están en temporada, en su mejor momento, como las verduras de invierno, pescados, mariscos frescos o fruta de temporada, y a partir de ahí confeccionar un menú. “No basta con elegir buenos ingredientes: el menú debe tener sentido como conjunto”, recuerda el chef, que recomienda evitar platos demasiado pesados seguidos, equilibrar sabores y organizar las raciones, es muy importante no sentirse llenos.

Casi todo preparado antes de empezar para evitar el estrés 

Con productos de temporada ahorras costes, te aseguras una mayor calidad y apuestas por una cocina sostenible. Es muy importante encontrar un equilibrio en el menú que elijas. Pensar el menú como una experiencia completa, no solo como recetas independientes es la clave”, asegura Martín Berasategui.

Para facilitarte el cocinado también es bueno sacar el máximo partido a la tecnología. Por ejemplo, en un horno se pueden cocinar varios platos a la vez sin perder jugosidad ni uniformidad. Con un buen frigorífico también podrás hacer las compras con mayor antelación y que se mantengan los productos frescos.

Otro truco recomendado por el vasco es adelantar elaboraciones, siempre hay cosas que se pueden dejar listas del día de antes, y a veces está hasta más buena. Preparar caldos, fondos, sofritos o bases de salsas con uno o dos días de antelación no solo ahorra tiempo: también intensifica los sabores, reduciendo significativamente la carga de trabajo del día de la celebración. Pensar en recetas que suelen estar más buenas de un día para otro o que pueden aguantar en la nevera un día completo, como algunos postres.

krakenimages 7BpuzmcxlHU unsplash
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