Mariló Montero, la periodista que lleva más de tres décadas siendo una de las caras más reconocibles de la televisión española, ha dejado que los focos iluminen algo más íntimo que su plató: su hogar madrileño. La navarra, que siempre se ha autoproclamado como “la más maja del mundo entero”, ha permitido a sus seguidores descubrir a través de redes sociales una residencia que parece sacada de una película, más cercana a un museo que a una vivienda convencional. El piso de Mariló no solo refleja estilo y elegancia, también revela una personalidad marcada por el amor a la fotografía, los libros y los objetos con historia. Cada rincón parece narrar un capítulo de su vida, desde sus inicios como presentadora en Costa Rica hasta su consagración en la televisión española.
La casa de Mariló Montero en Madrid: un santuario lleno de recuerdos
Lo primero que sorprende al entrar en la residencia es la omnipresencia de los marcos de fotos. En lugar de apostar por un estilo minimalista, Mariló ha convertido sus paredes en auténticas galerías familiares. Retratos en blanco y negro, imágenes de viajes, recuerdos con amigos y hasta fotografías artísticas: todo convive en una exhibición que hace que su casa sea descrita por muchos como “una exposición permanente”.
Este detalle decorativo, lejos de recargar los espacios, aporta una calidez particular. La periodista ha sabido equilibrar las paredes cubiertas de imágenes con una paleta de colores suaves, donde predominan el blanco, los tonos arena y la madera en distintas tonalidades. El resultado es un hogar luminoso, acogedor y con una identidad única, alejada de los interiores un tanto impersonales que suelen mostrar otras celebridades.
Un vestidor de Hollywood y rincones con mucho carácter
Uno de los espacios más comentados de la casa es su vestidor. Desde la habitación principal se accede a un armario abierto que bien podría pertenecer a una estrella de cine. Amplio, funcional y ordenado al milímetro, el vestidor de Mariló Montero es el sueño de cualquier amante de la moda, con estanterías repletas de ropa, zapatos y complementos. No es casual que algunos lo comparen con los camerinos de Hollywood.
Pero más allá del glamour, el resto de la vivienda respira un encanto especial. Un salón comedor con estanterías que cubren paredes enteras, un despacho que combina seriedad con toques de color y un baño clásico en tonos ocres completan el recorrido. Las cortinas fucsias del dormitorio o la butaca verde del despacho rompen con los tonos neutros y aportan ese aire atrevido que refleja la personalidad de su dueña.
La casa de Mariló Montero en Madrid no es solo un espacio de diseño, es un reflejo de su manera de vivir. A través de sus publicaciones en Instagram, la presentadora deja ver que no teme mostrar su lado más familiar y personal. Su vivienda es un lugar vivido, disfrutado, lleno de calor humano y de anécdotas inmortalizadas en imágenes que decoran cada rincón, puesto que su hogar no busca aparentar, sino contar una historia: la suya. Y esa autenticidad, tan difícil de encontrar en el mundo del espectáculo, convierte su piso madrileño en un tesoro escondido, un verdadero museo personal.