Faltan adjetivos para describir a Marc Márquez. El piloto es historia de la MotoGP y esta temporada, después de algunos años de lesiones y malos resultados, ha vuelto a sacar su nivel y los fanáticos han vuelto a alucinar. El de Cervera, con 31 años, ya es una leyenda del motor y el apellido Márquez está bañado en oro. El catalán, con su hermano Àlex como segundo, lidera la clasificación destacadísimo y, obviamente, este fin de semana volvió a encabezar el podio con otra exhibición. ¿Lo mejor de todo? La celebración que protagonizó, porque se sacó el uniforme y lo mostró a todo el público de Misano, la casa de Valentino Rossi.

I gave it my all and we won in Misano!!
— Marc Márquez (@marcmarquez93) September 14, 2025
So happy for Ducati and proud that the title stays in the Márquez house!
Celebracion made in D10S ❤️ pic.twitter.com/9U81P1QccG
Marc Márquez está eufórico, on fire y lo demuestra cada vez que aparece en público. Si encima de la pista triunfa, el piloto está todavía más de enhorabuena cuando llega en casa, porque, al lado de Gemma Pinto, ha encontrado el mejor título que podría levantar: el amor. La pareja es, sin duda, la favorita de toda la MotoGP y cada vez que se dejan ver juntos, los fanáticos se mueren de amor. Realmente, el dúo siempre encuentra tiempo para hacer planes espectaculares entre carrera y carrera y, de hecho, esta misma semana vimos su sencilla cita romántica. En Madrid, merendando y lavando el coche, el dúo Márquez-Pinto enamora porque es simple, fiel e intenso. Ayer, sin embargo, en un día importante para el piloto, Gemma Pinto no pudo estar presente durante la carrera, pero no se fue en ningún momento de la cabeza de Marc Márquez.

Cuando nos pensábamos que no podríamos ver su sonrisa eufórica disfrutando de la victoria del piloto, un gesto de Marc hizo llorar a los más sensibles. El momento, de hecho, lo hemos podido ver en una recopilación de la semana de Gemma Pinto, en la que ha publicado una fotografía que lo dice todo. Durante la celebración, entre la multitud de gente que celebra con los brazos levantados, encima de una mano sobresale un móvil y es, ni más, ni menos, la figura de la influencer en videollamada. Con una sonrisa de oreja a oreja y una mano haciendo media forma de corazón, la protagonista mira al piloto, que levanta la mano para saludarla. El gesto es precioso, porque Marc piensa en ella durante los momentos de máxima alegría.



Sí, a nosotros también nos hubiera gustado ver la reacción de Gemma en la celebración histórica de Marc, pero la influencer tiene una razón importante por no haber podido ir en un día tan especial: un viaje a Copenhague. Efectivamente, la protagonista, después de compartir su momento mirando la televisión, ha publicado dos cosas más: una comparación del de Cervera con el mismo Leo Messi y su llegada a la capital de Dinamarca. Marc Márquez y Gemma Pinto son la pareja de moda porque se quieren, porque están eufóricos y porque presumen de estar en el top 1. En videollamada o en persona, siempre desprenden amor.