Manuel Cuyàs ha sido uno de los periodistas más reconocidos de Catalunya durante las últimas décadas. Desgraciadamente, una maldita leucemia le hizo marcharse antes de tiempo, a los 67 años. El de Mataró, uno de los columnistas independentistas de referencia, dejaba un vacío descomunal en la profesión, donde tenía grandes amigos. Uno de los más tocados por su pérdida fue Xavier Graset, que lo tenía como tertuliano en el 'Más 324', y que confesaba que había pasado de considerarlo como un sencillo compañero de oficio a alguien muy importante en su vida. Incluso, cuando discutían, se hacía estimar: "siempre nos enganchábamos porque tenía un ademán de pitufo gruñón", decía con melancolía. "Estoy fastidiado, muy mal. Lo quería como a un hermano".
Xavier Graset / Canal 324
Ahora bien, seguro que la estocada más dolorosa la han sentido en carne propia sus seres cercanos. Una familia que no ha dejado de recordarlo durante los 365 días que han pasado desde su defunción. Su hija Núria, por ejemplo, que firma un recordatorio que hace brotar las lágrimas. Cuando Cuyàs se quitaba la indumentaria de analista político y de la actualidad, era un hombre familiar, entrañable, orgulloso de los suyos. Exactamente el mismo sentimiento que provocaba, incluso entre los más pequeños, como su nieto. Un nieto al que cuidaba con mimo y devoción, como en la fotografía que acompaña el texto de Núria, que explica cómo se siente de forma conmovedora: "Cómo lo echo de menos y que diferente es todo sin él". La red, emocionada.
Manuel Cuyàs con su nieto
Manuel Cuyàs / Twitter
La imagen hace pensar en uno de los libros más personales de Manuel, como el que explica su historia familiar: "El nieto del pirata". Otro nieto, cuando sea mayor, podrá comprobar con el mismo orgullo al enorme abuelo que tuvo la suerte de conocer. Ojalá hubiera sido mucho más. Ánimo a la todos.