'Sálvame' ha salido de la tumba y tiene una nueva vida lejos de Telecinco. Netflix ha resucitado al muerto con 'Sálvese quien pueda', el esperado estreno ya es una realidad. Había mucha expectación para ver el contenido de este docu-reality, que recupera a la perfección el ambiente que reinaba entre los colaboradores de Jorge Javier Vázquez. El de Badalona es la gran ausencia, pero lo que sobran son pullas, bofetones y alguna humillación a una víctima propiciatoria, habitual, perenne: Lydia Lozano. La canaria recibe, y recibe, y recibe, y recibe. Y al final, llora. Claro. Es su especialidad, por otra parte. Eso y 'El Chuminero'.

Hay quien dice, y no le falta razón, que la mítica colaboradora del corazón tiene un historial periodístico de dudosa reputación. Una de las grandes pifias de su carrera fue el bulo de Ylenia Carrissi, hija de Al Bano y Romina Power. Defendió que no había muerto, participando de un espectáculo de circo e hiriendo al cantante italiano. Sin embargo, ha dado por muerta a gente famosa muy viva, o al revés: habla de fallecidos como si se los hubiera encontrado lavándose las manos en el váter. Cuando te dedicas a la prensa rosa y, además, eres una de las estrellas del espectáculo que hacían en Telecinco, es imposible que tu fama no traspase fronteras. En Miami ya la conocían, o peor aún: hicieron que la conocieran en profundidad. El director David Valldeperas les anunciaba una buena noticia: cadenas y programas querían a los Belén Esteban, Terelu Campos, Kiko Matamoros y compañía. A ella, sin embargo, no. "Repudiada".

Sálvesa quien pueda NETFLIX
'Sálvese quien pueda' / NETFLIX

Esta palabra es la que le dedica un productor: “Ningún programa quiere contar contigo en sus filas. Cuando decimos tu nombre nos dicen que no. Más tarde, aparecen unos periodistas a hacer de mediadores para colocarla en alguna tertulia. La cosa empeora: “El torrente de cagadas, puedes usar un rollo de papel higiénico porque revives muertos, afirmas mentiras, mentiste a España”. Lozano va tocada, pero se acaba cayendo cuando le espetan: “Estás descontinuada, desfasada, eras un mueble vintage. Te he visto llorar en 'Sálvame' y eras una pésima actriz”. Y el bonus track: “Retírese de su carrera. Le voy a ayudar. Ven al Perú, te van a ver 400 millones de personas”. ¿Y qué pasa? Pues que Lydia llora. Y amenaza con largarse. Cosa que, evidentemente, no pasó.

Lydia Netflix
Lydia Lozano / Netflix

Lo que sí que pasó, por lo visto y aunque Lozano lo quiera borrar de su memoria, es una vivencia íntima de juventud y que afecta a uno de sus compañeros de trabajo. El episodio no podía faltar en un revival de 'Sálvame', porque saben que le da mucha vergüenza, que lo pasa mal. Durante una especie de juego de adolescentes para explicar verdades incómodas bebiendo una copa, se plantea esto: “Yo nunca me he sentido atraído por Kiko Matamoros”. ¿Quién reconoce que sí al instante? Víctor Sandoval y María Patiño. Chelo García Cortés añade, muy fina ella, que "no me hubiera importado tirármelo". La cámara, sin embargo, se fija en una Lozano impávida, inmóvil, escondida bajo las gafas de sol. Y se oye, atronadora, la voz de Kiko Matamoros: "¡Lydia, hija, que me hiciste una paja!" La cara de la tertuliana, un poema. Como siempre. 'Sálvame' 2.0.

Kiko Matamoros Netflix
Kiko Matamoros / Netflix
Lydia Lozano 2 NETFLIX
Lydia Lozano / NETFLIX