Si estos días van a dar una vuelta por Telecinco, vayan con cuidado porque como se suele decir, les ha mirado un tuerto. Hace unos días, haciendo el mono y reproduciendo una prueba de Supervivientes, Belén Esteban cayó mal cuando estaba colgada de una barra y se rompió la tibia y el peroné. Después, en un accidente tonto, Lydia Lozano se fracturó el radio... y ahora, la que ha mostrado cómo se ha quedado después de pegarse una nata ha sido otra invitada habitual de los programas de la casa, Lucía Dominguín, hermana de Miguel Bosé, que ha aparecido en el programa Déjate querer para explicar qué le ha pasado, que se puede resumir en esta frase: "Me he caído de tres metros. Piedra, piedra, piedra".
Domínguín, que se ha reencontrado con Nacho Palau, ex de su hermano, por lo tanto, excuñado suyo, ha revelado el accidente que sufrió hace unos días en una situación que a priori, no hacía pensar en ninguna desgracia...: mientras recogía espárragos. Cayó y según ella, "me he desfigurado la cara". Cayó, aunque su propósito lo alcanzó: "Me he caído de tres metros. Piedra, piedra, piedra y acabe... Pero me he comido los espárragos. Eso se lo que más importa", le confesaba avergonzada, pero orgullosa a Toñi Moreno en plató. Ella reconoce que gracias al maquillaje no se nota tanto, aunque se toca el ojo y dice que mejor no ver las imágenes de cómo estaba después de la caída: "Da miedo. Ahora porque me han maquillado, estoy de lado y todo. ¿Que si ha sido gordo? Me he caído de tres metros".
A pesar del incidente, la hermana mayor del cantante no ha perdido su buen humor y ha querido reaparecer, a pesar del dolor, para dar apoyo a una persona que se ama con locura aunque los caminos entre él y Miguel Bosé se hayan separado de manera traumática. Dominguín también reconoció que mantiene una buena relación con el concursante de Supervivientes y que hasta hace poco era su cuñado: "No nos vemos desde antes de ayer. Vivimos al lado. Estuvo comiendo en casa. Él es mi hijo. Además nos llamamos cada cinco minutos", dice, reconociendo que siempre lo ha considerado un miembro de su familia, a pesar de la ruptura con el cantante: "El único hombre que me ha respondido en cinco minutos a una llamada de socorro ha sido él. Estábamos los dos viviendo solos en nuestras respectivas fincas y no tardó nada en venir a la mía. Tenemos muchas anécdotas, pero yo he venido aquí para darle la sorpresa porque le quiero mucho y porque es una persona muy entrañable", dijo, con la voz emocionada, mientras le regalaba el ramo de flores que llevaba. Un Nacho Palau, que no sólo ha hablado de su traumática ruptura con el cantante, sino que revela que lo peor ha sido la separación de sus cuatro hijos. La lucha de Palau para mantener juntos a los cuatro 'nanos', como él los llama.