"Si buscas un titular amarillo o rosa, no lo tendrás, ¿eh?". Son las socarronas palabras de la gran Lídia Heredia. Amarillo o rosa quizás no, pero azul, sí. Primer San Valentín que la maravillosa Lídia Heredia pasa en los Estados Unidos, donde hace unos meses que vive y trabaja como nueva y flamante corresponsal de TV3 en aquel país. Primer día de los enamorados según la cultura anglosajona, todo y que en nuestra casa somos más de Sant Jordi y de regalar libros y rosas el 23 de abril. Pero ahora la periodista de Badalona ha vivido en Washington su primer 14 de febrero. Y ha dado fe de la histeria colectiva que viven en los USA por esta fiesta del amor, llena de Cupidos, de corazones y de cenas románticas. "Has podido celebrar Sant Valentí sin tener que disimular", le ha dicho Roger Escapa este fin de semana en El suplement de Catalunya Ràdio. Y tanto que lo ha hecho. Pero como ella dice, no tiene nada que disimular, ella que vive felizmente con su pareja e hijos desde hace tiempo.
Lídia ni se percató de que se acercaba San Valentín hasta que no entró a los súpers y vio toda la decoración y regalos que allí ha habido por estas fechas. Ramos de flores, bombones, golosinas... lo que haga falta para esta exaltación exagerada y comercial del amor en los Estados Unidos. "Aquí lo celebran, y lo celebran mucho. Si haces una reserva en un restaurante estos días, tendrás la opción de decir: ¿'Vienes a celebrar San Valentín'?, porque hemos preparado tres cóctails, los tres rojos," dice ella. Se regala mucha flor, muchos bombones... "y se visten de rojo. Si vas de negro no hace de San Valentín. Se entregan". Su interlocutor, Escapa, reconoce que le da pereza esta fiesta, pero quiere saber si ahora que Lidia está allí, la ha interpelado de alguna manera. Y ella revela: "Te haré una confesión".
¿Cuál? Que volvió a casa con un romantiquísimo regalo por parte de un compañero de trabajo en Washington. Ella, sin embargo, aclara las circunstancias en que se dio: "Hay una persona en la oficina que había hecho galletas el día anterior, porque había sido el cumpleaños de su hija, y una de las galletas tenía forma de corazón, y le ponen aquel tipo de azúcar con mantequilla encima, de color rojo, y dije: ¿'Mira, sabes qué? Me llevaré la galleta a casa para hacer la broma'. Y es todo el San Valentín que ha hecho". Lídia, maravillosa. Y que conste en acta, por mucha galleta que se lleve a casa en forma de corazón, ella ya sabe de quién está enamorada. Esperamos que como mínimo la galleta estuviera buena. Lídia Heredia, una vez más, sensacional explicando su día a día en los Estados unidos y cómo se hace a las costumbres y nuevos vecinos que tiene en la capital norteamericana. Nos gusta esta versión romántica de la corresponsal de TV3, pero nada superará la versión picante de Lidia cuando explicó que su vecino cocina siempre dentro de casa sin ropa, porque deben tener la calefacción encendida a todo trapo.