La selección española de fútbol ha hecho historia. Acaba de levantar el título de campeona mundial, vuelve de Oceanía coronada como la mejor del planeta tras ganar a Inglaterra. Es un éxito, sin dudas. Uno enorme. Y se ha celebrado de manera muy intensa en algunos casos concretos. Por ejemplo, la Casa Real, a través de una Letizia que se ha subido al carro a última hora. Toda la vida pasando del fútbol femenino y ahora la tenemos como la Manolo el del Bombo en versión mujer. Tenía la excusa perfecta, su hija Sofía. La pequeña es amante del fútbol, y tras el ingreso de Leonor en el ejército es la mimada de la casa. No le podía negar el capricho de plantarse en Sídney. Le ha salido fetén la cosa, porque la victoria ha provocado que eso fuera Disney: palco, vestuario, césped... acceso a todas las áreas VIP.

La celebración también ha sido desmesurada para el presidente de la Federación española de fútbol, Luis Rubiales. El conflicto en torno al combinado de Jorge Vilda, con el plante de jugadoras como Mapi León o Patri Guijarro, convertía la cita mundialista en un asunto de vida o muerte. Ha jugado a la ruleta rusa y le ha sonreído la suerte. Después, sin embargo, se le ha ido la cabeza. Su comportamiento provoca debate, rechazo y en algunos casos, asco. Un representante público no puede hacer esto. Hablamos de plantarle un beso en los morros a una jugadora, como pasó con Jenni Hermoso. Los ojos, como platos.

Letizia Sofia Rubiales palco EFE
Letizia, Sofía y Luis Rubiales en el palco / EFE

Luis Rubiales, presidente de la Federación española, comportamiento inadecuado

Sin embargo, el show de Rubiales no acabó aquí, no. Parecía que había perdido el juicio, la verdad. Llamó "gilipollas" a los que se quejaban del beso (que a Jenni no le gustó nada). Antes, en el palco, también dejó su tarjeta de visita. Un gesto que quizás pasó más inadvertido, pero que cuando lo ves no puedes dejar de avergonzarte. Lo hizo mirando al césped, celebrando enloquecido junto a la infanta Sofía y a la reina Letizia. Seguro que las royals no lo vieron en directo, pero cuando repasen los vídeos de la jornada se quedarán a cuadros. Rubiales sobándose los... ¿Grosero? Sí, groserísimo.

Rubiales genitales Twitter
Luis Rubiales grosero / Twitter

El manoseo de Rubiales junto a la infanta Sofía

Un manoseo testosterónico que forma parte del legado sociocultural que todavía impera en España, y que el éxtasis futbolero ha hecho reventar por las costuras. La Federación española no queda bien, de la misma manera que la Casa Real tampoco puede presumir demasiado, o incluso la prensa deportiva y generalista de Madrid, de que siempre se apuntan a las fiestas baratas. Que el resplandor de la Copa no nos ciegue, este país necesita muchos cambios en sus cúpulas. Ni modernos, ni abiertos, ni tolerantes. Más bien, oportunistas. E impostores.

Letizia Sofia mundial EFE
Letizia, Sofía y Rubiales / EFE

Dicho esto, enhorabuena a las futbolistas, a las que estaban y a las que no. El triunfo es suyo.