Carme Chaparro es una presentadora catalana que ha vuelto a Telecinco de manera triunfal. Una clásica de los Informativos, pasó por Cuatro al día donde no acabó de triunfar. Ahora la cadena la ha recuperado para hacer su Informativo y vive una segunda edad dorada profesional. Amada y admirada, no siempre ha sido así. Revela una intimidad inusual en Instagram: una foto cuando era más gordita, joven. Lo hace para explicar que las estrellas de TV también han tenido los problemas de todos, complejos físicos. De hecho ella se ha hecho retoques en la cara para sentirse más a gusto con ella:
Carme Chaparro: "Quizá no debería subir esta foto. Soy yo, en plena adolescencia, peleada con mi cuerpo y mi peso, con mi pelo rizado y rebelde, con la autoestima por los suelos. La gordita de la clase. La empollona que se refugiaba en los libros. Años después, ya en la veintena, mi cabeza cambió. Mi cuerpo también. Pero la sensación de no ser nunca suficiente (suficientemente guapa, suficientemente delgada, suficientemente alta, suficientemente lista) de alguna manera se arrastra toda la vida. Y toda la vida estás aprendiendo a sacudírtela de encima. Nunca me atreví a soñar con el futuro. Y mucho menos con el futuro que estoy viviendo. ¡Le diría tantas cosas a esa chica! Por eso no dejéis que nunca nadie os haga creer que no sois suficientes. Porque cada uno de vosotros sois únicos y maravillosos". Maravillosa lección.
Carme es periodista pero también escritora de libros de éxito y una influencer próxima a la gente. Muchos le reprochan que se ha operado la cara y está perdiendo su expresión natural. Ella los responde: "Si sin operarme estoy así, con estos pómulos, piel y ojos... Imagínate si llego a pasar por quirófano"!. Y emplaza a sus seguidores a pararla cuando la vean por la calle y comentar la jugada en directo: "No me molesta por nada los comentarios. De verdad, la próxima vez me paras y hablamos. Un abrazo".
Chaparro niega cualquier operación estética pero también existen los filtros de las fotografías. Ella hace caso omiso e insiste en que esta es su belleza natural. Si comparamos la imagen con la que proyectaba unos años atrás en la televisión, se tiene que reconocer que, como el buen vino, mejora con el tiempo. Aquí tenéis la relación consecutiva de tres imágenes suyas: la primera a la década de los 90, la segunda el año 2007 y una actual.
Los usuarios insisten en que tiene que dejar de pasar por quirófano y tunear las fotografías y le preguntan: ¿"A qué venden estos filtros? No los necesitas, Si las personas empiezan a retocarse quedan muy feas", "La verdad es que tienes una cara muy extraña" o "Solo hace falta buscar una fotografía tuya de hace siete años para ver que tenías alguna arruga".
Su belleza, por dentro y por fuera, es indiscutible. Y su fuerza haciendo públicos sus complejos. Como les tiene todo el mundo.