Hay quien, como servidor, ya hemos vuelto al trabajo. Pero hay quien todavía tiene la suerte de seguir disfrutando de sus vacaciones hasta volver al día a día y a las dinámicas laborales de septiembre. El verano continúa con altas temperaturas y con alguna tregua los últimos días en forma de chaparrones, con respecto a Catalunya, pero con media España en alerta por los incendios. Con respecto a los destinos preferidos por las diferentes celebrities, la inmensa mayoría han optado por un lugar de playa, con mar y donde pasar las horas tomando el sol o dándose chapuzones. Otros han optado por hacer las maletas y coger un avión para marcharse muy lejos hacia otro país. La opción escogida por Laura Rosel ha sido hacer el Camino de Santiago.


Un reto, una elección, que mucha gente se decide a hacer justamente por estas fechas, utilizando los diferentes días de vacaciones para caminar, caminar y seguir caminando, para encontrarse a ellos mismos, para descansar con la sensación de agotamiento después de un día haciendo kilómetros y más kilómetros y finalmente, para llegar al destino de los peregrinos. La presentadora catalana no ha ido sola en esta travesía por el Camino. Lo está haciendo al lado de algunas de las personas con quien más amistad y confianza tiene, compañeros de vida y de profesión, como la periodista de La Selva Maria Xinxó, la pareja de esta, Pau Venteo, y otra amiga, Neus Carreras. Los cuatro hace cuatro días que han empezado la marcha, desde Bilbao, y puntualmente Laura muestra a sus seguidores en redes imágenes de este reparador viaje a cuatro, de todos los caminos por los cuales van, del descanso que tienen después, y sobre todo, de las muchas risas que les está dando este viaje. Aquí tienen la mochila y qué llevaba Laura Rosel cuando empezó el viaje...

Probablemente echarán de menos (ella lo ha hecho) un impermeable. Y no llevarlo ha hecho que cuando se han encontrado los últimos días con un invitado inesperado, una lluvia intensa, se hayan quedado, literalmente, empapados como pollos. Es lo que les ha pasado a este cuarteto en la etapa de 28 kilómetros que les ha llevado de Laredo a Güemes: "Caminar bajo el chubasco es bucólico, pero moja. Mucho. Pelo empapado, ropa empapada, calzado empapado, ropa de dentro de la mochila empapada. Nota mental: no volver a descartar el impermeable en el último momento nunca más. La lluvia nos ha respetado los tramos espectaculares por la playa y el pincho de tortilla del segundo desayuno. Toda la ropa, toda, tendida en la habitación". El día antes, entre Castro Urdiales y Laredo, tres cuartas partes de lo mismo: "Nos hemos mojado mucho. Hemos andado muy rápido. Hemos comido muchas patatas. Hemos hecho mucho silencio. Hemos cantado en mesa. Nos ha dado mucha rabia no poder comer churros".



Y como no hay dos sin tres, o aquello de ¿No quieres caldo?... Tres tazas, han tenido un tercer día consecutivo donde la lluvia ha caído mientras caminaban, esta vez entre Güemes y Santander: "Tercer día consecutivo empapados de arriba abajo. Ha llovido mucho. Ha mojado mucho. Lección aprendida".





Todavía le quedan días de camino. Veremos si la lluvia le da una tregua o sigue dejándola empapada. Por si acaso, que vayan preparando provisiones de bolsas de basura y papeles de periódico.