Hay un programa que nunca falla con respecto a ser la apuesta preferida por los espectadores de TV3. Cuándo empieza el otoño, y como clausura de las fiestas de la Mercè de Barcelona, siempre está la cita obligada del Piromusical en las fuentes de Montjuïc. Un espectáculo de luz y colores, de música y sonido, de felicidad, de relax y de contemplación. Y no hay año que no sea líder absoluto de audiencia, la opción preferida por los espectadores catalanes, que este domingo alzaron a TV3 como la más vista, con un 24,4% de share y 538.000 espectadores.
La encargada de acercar el festival de fuegos artificiales a todos los hogares fue Laia Ferrer, que cumplió su papel a la perfección, con su gracia habitual a la que ya nos tiene acostumbrados, con un vestido espectacular y con la profesionalidad que le hemos visto en todo lo que hace.
Laia Ferrer, presentadora del Piromusical / TV3
Antes del espectáculo, para calmar los nervios, Ferrer fue a hacerse un último chapuzón ahora que acabamos de despedir el verano, un paseo con el agua tocándole los pies que la relajó de cara a lo que lo esperaba el domingo por la noche.
Y ya en materia, ella misma presentaba a sus seguidores de las redes sociales parte del equipo que ha estado a su lado en todo momento, ayudándola a que la noche fuera redonda y todo saliera a las mil maravillas.
Claro está que lo que ella no esperaba es que durante la transmisión hubiera un momento concreto que no estaba previsto que se viera. Una imagen comprensible que han grabado de ella mientras duraba la emisión. Porque entre bloque y bloque de fuegos artificiales, mientras sonaba la música y ella no estaba en pantalla, una cámara la pilla bailando de manera desatada, entregada y dándolo todo, con un estilo particular, antes de volver a ponerse en su sitio y mantener la compostura formal de cara a los espectadores.
Felicitamos a Ferrer por cómo lo ha hecho y emplazamos a los directivos de la cadena a seguir apostando por ella de cara al Piromusical 2022.
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Ferrer es espontánea y la cámara la quiere. Y si no, que se lo pregunten a ella misma cuando no hace mucho tuvo que improvisar en directo durante una hora y media mientras presentaba las W Series, la máxima competición de motor femenino, cuando la carrera del circuito belga de Spa-Francorchamps fue muy accidentada. Primero, por un accidente real en pista: una colisión múltiple espectacular. Después, por culpa de la lluvia, que hizo que se suspendiera la carrera durante 90 minutos. Una hora y media que puede ser eterna en un directo, pero que ella capeó con espontaneidad y rigor, como siempre hace:
