En octubre de 2016, una de las figuras más reconocidas del mundo del espectáculo y las redes sociales, Kim Kardashian, fue víctima de un violento asalto en su habitación en París. Lo que sorprendió a muchos fue que los delincuentes, en su afán por robar, no parecían tener idea de quién era realmente su víctima. Más detalles sobre el oscuro episodio de la socialité en la Semana de la Moda que no olvidará nunca. 

Para esas fechas, Kim Kardashian estaba alojada en el Hôtel Pourtalès, que no es un hotel, sino un edificio muy exclusivo donde se han alojado artistas como Madonna y Leonardo DiCaprio. Lo cierto es que una semana de alojamiento tiene un valor aproximado de 30 mil euros. Como suele suceder en cada viaje, la hija de Kris Jenner tenía los cambios de ropa de diseñador para aparecer ante las cámaras y joyería muy costosa.

Con valor de 8,8 millones de euros, incluyendo un anillo de compromiso —de 3,5 millones de euros— que le habría regalado Kanye West. Después de tantos años se siguen descubriendo aspectos desconocidos de este robo. Se sabe que, para los delincuentes, simplemente era una mujer con una gran cantidad de joyas y dinero, pero no una celebridad de renombre mundial. Te contamos más en las siguientes líneas. 

A los ladrones se les complicó todo cuando descubrieron la identidad de Kim Kardashian

Yunice Abbas, uno de los participantes del atraco, se fue a su casa cuando terminó la ‘operación’. Cuando despertó horas después, su mujer estaba viendo la televisión donde daban la noticia de lo sucedido en la madrugada a Kim. “Esto tiene tu nombre escrito por todas partes”, le dijo la mujer. Los asaltantes estaban motivados principalmente por el valor material de las pertenencias de la estrella, en particular sus joyas. Sin embargo, no mostraron signos de reconocimiento o interés en su fama o en su vida personal, lo que indica que su objeto era puramente económico y no por un acto de venganza o por un interés en su figura pública.

El asalto fue llevado a cabo con brusquedad y dejó a Kardashian con magulladuras y secuelas emocionales. No obstante, más adelante se descubrió que no hubo mucha premeditación al respecto. Los sujetos ingresaron al edificio con trajes de policía y creyeron que no serían reconocidos. Así fue como se confiaron y dejaron rastros de ADN en la escena y en la huida, las cámaras siguieron parte del recorrido que hicieron en bicicleta y a pie. Además de que dejaron caer una de las bolsas y uno de los collares fue encontrado. 

Tras este suceso, la fundadora de Skims empezó a ser más cautelosa sobre dar a conocer su paradero por redes. Así como elegir concienzudamente a su equipo de seguridad y las situaciones en las que participa con joyería ostentosa. Kim Kardashian no se ha librado de este atraco del todo. Este año se hará, finalmente, el juicio en el tribunal de París. Una comparecencia para determinar la culpabilidad de los implicados y dar con el paradero de las joyas, donde tendrá que volver a relatar los hechos. Esperamos los avances muy pronto.