La polémica familiar entre Kiko Rivera e Isabel Pantoja alcanza un nuevo nivel tras las recientes declaraciones del DJ. El hijo de la tonadillera ha advertido públicamente que emprenderá acciones legales contra su madre si esta “vende” la intimidad de su familia a cambio de los 10 millones de euros que, según se rumorea, le ofrece la productora Mediacrest Entertainment por su participación en los proyectos audiovisuales. 

El origen del problema entre Isabel Pantoja y Kiko Rivera 

El origen de la controversia se remonta al contrato firmado por Isabel Pantoja para llevar a la pantalla dos apuestas: un documental biográfico y una serie de ficción basada en su vida. El acuerdo, con una vigencia de tres años, contempla un desembolso de diez millones de euros, siempre que ambos contenidos se estrenen con proyección internacional. La productora encargada de tirar de los hilos es Mediacrest Entertainment, que se encuentra ahora en la fase inicial de recopilación de material inédito, testimonios y archivo documental. Según explicaron fuentes cercanas, la tonadillera ha impuesto cláusulas estrictas para proteger su imagen y su intimidad. Entre las condiciones innegociables figuran:

Proyección internacional de ambos proyectos, derecho de la artista a tener la última palabra sobre cada detalle narrativo, desde el guion hasta el elenco que interprete a los personajes reales y líneas rojas expresas que excluyen cualquier referencia profunda a su vida privada, más allá de la figura de su padre Paquirri. Juan Galiacho, colaborador de medios especializados, detalló que Isabel Pantoja no quiere abrir la puerta a episodios sensibles, como su relación con Encarna Sánchez o María del Monte, ni a detalles sobre su encarcelamiento o el nacimiento de su hija. Aurelio Manzano, por su parte, añadió que la serie documental y la ficción constituyen dos proyectos diferenciados y que la cantante desea que ambos se graven con vocación global. 

La reacción de Kiko Rivera 

En este contexto, la reacción de Kiko Rivera no se ha hecho esperar. Molesto por la posibilidad de que su madre aborde aspectos de su vida personal, ha advertido que defenderá jurídicamente el derecho a la privacidad de su mujer e hijas. “Si mi madre decide hablar de mí, de mi esposa o de mis hijas, o si pone a la venta nuestra intimidad por esos diez millones, iré a los tribunales”, declaró el DJ en una entrevista reciente.

El fondo del asunto va más allá del simple enfrentamiento mediático. Kiko Rivera argumenta que la concesión de testimonios o imágenes familiares sin el consentimiento de todos los implicados vulneraría derechos fundamentales. Además, hace hincapié en que su esposa e hijas no tienen por qué convertirse en moneda de cambio de ningún negocio audiovisual. La postura de Kiko subraya el principio de protección de la intimidad y del honor, contemplado en la legislación española.

Isabel Pantoja, mientras tanto, continúa volcada en sus nuevos retos profesionales. Además del biopic en marcha, la artista prepara un concierto histórico y benéfico en colaboración con la Fundación Reina Sofía. La actuación, que se emitirá en diferido incluyendo todos los preparativos, pretende subrayar su compromiso social y recuperar parte de la simpatía del gran público. A pesar de las tensiones familiares, el contrato con Mediacrest Entertainment sigue viento en popa. La fase documental podría concluir a finales de año, y la previsión es que el estreno se produzca a mediados de 2026. Después, vendrá la serie de ficción, con un reparto aún por cerrar y un guion que, según la cantante, ajustará al milímetro cada escena.