Las dos señoras Otero, Candela y Julia. La periodista catalana nacida en Galicia ha casado a su única hija un sábado de julio en el Penedès. La siempre discreta Julia Otero no dijo ni pio a sus oyentes de Onda Cero ni a sus followers de Instagram, quería que la boda fuera un secreto para la prensa rosa, a quien gusta más una boda que a un niño una chocolatina. Descartada la exclusiva en ninguna revista. Candela Otero es la antítesis de la nepobaby, de la hija de Terelu Campos. Candela ha escogido la profesión del padre, médico, y ha rehuido la fama de la madre. En estos momentos en que Carlos Herrera pretende colar a su hijo Alberto por nepotismo como su sustituto en el matinal de la Cope, Candela Otero rehúye la radio, el periodismo y la sombra de su madre y estudia la carrera más difícil y dura y ejerce la profesión más vocacional y comprometida. Ya es médico en el Hospital Trias i Pujol de Badalona, y ya se ha casado con su novio, Pol. No conocíamos al yerno de Julia Otero y la suegra ha decidido mantenerlo en privado pero regalar a sus seguidores una foto de los novios el día de la boda, preciosa, dándose un beso:

La foto es la antítesis de la que colgó una invitada de la boda que quiso mostrar de cara a la madre de la novia. Julia Otero cuelga una foto de perfil de los novios, tapándose la cara con los morros, para evitar reconocer a Pol, de quien se deduce la juventud y la fotogenia, alto, moreno y con patillas. Y también se deduce el precioso vestido de novia de Candela, con un escote palabra de honor que deja los hombros al aire y una cremallera al lado para evitar los botoncitos que cuestan desabrochar. Con los ojos cerrados entregados al amor después de la cena, con las tazas de café en las mesas y las copas de cava medio vacías. Pol ya en mangas de camisa sin americana. Casados. Felices. Otero fiel a ella misma escribe:"Fue una noche mágica. La pareja más hermosa contagió su alegría a todos Candela & Pol. Muchas gracias de corazón por los buenos deseos. Escojo esta imagen porque son irreconocibles sus rostros, ya sabéis cómo defiendo el derecho a la privacidad de los míos. Sin embargo, creo que la foto desprende el perfume de la fiesta en que se dijeron SÍ. Feliz de verlos tan enamorados, tan cómplices, tan amigos. Comparto el tsunami emocional con la buena gente que estáis por aquí".

Julia Otero iba vestida de Teresa Helbig como se puede comprobar en la foto que colgó una invitada, Joana Bonet. En cambio, la foto de la novia es tan discreta que resulta imposible identificar al diseñador del vestido de Candela Otero. No hay que pelearse con Pronovias o Rosa Clará para señalar a una u otra. Y mientras los novios hacen la luna de miel no esperen más imágenes de la boda. Ni los novios vendieron la exclusiva, ni el padre o la hija tienen Instagram abierto, ni Ramon Pellicer, primer marido de Julia Otero e invitado a la boda no ha revelado nada. Habrá que conformarse con una imagen que es un regalo: una pareja joven que se quiere. Candela y Pol, felicidades.