Catalunya es un país tan extraño que un día cualquiera una persona coge un taxi, dice "Bon dia" educadamente al conductor y este responde diciendo que no entiende esta expresión tan extraña: Bon dia. Y de postre lo argumenta añadiendo que "Odio a los catalanes", literalmente. Eso acaba de pasarle a una tuitera que iba en taxi de Calafell a El Vendrell y se tropezó con un conductor asiático, de Bangladés. La cliente del taxi, catalanohablante y ofendida por esta muestra de hostilidad a la lengua propia del país donde este taxista ha escogido voluntariamente residir, respondió de una manera fabulosa: que el taxista siempre está a tiempo de volver a su país. La paradoja es que toda la conversación fue en inglés, idioma que dominaba al taxista. Hay que recordarle al señor de Bangladés que no tiene el taxi en Londres o en Manchester sino en Tarragona. 

Tase Tarragona - ACN
Tase Tarragona - ACN

Cada vez que hay un catalanohablante violentado, vejado o marginado en su derecho a hablar su lengua y la del país hay una especie de superhéroe del catalán que sale a defender a la víctimaJoel Joan. Tiene el mérito de haberse dedicado toda la vida a hacer cine, teatro y televisión en catalán y que siempre fuera un éxito, dejando en evidencia a los que argumentan que la cultura en castellano es más rentable. No es cierto. La diferencia es entre buena o mala cultura, no entre cultura en catalán o en otras lenguas. Una buena obra en catalán hace dinero.Joel Joan es el ejemplo viviente. Y ahora ha salido a defender a la cliente y a atacar al taxista catalanófobo:

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Joel Joan: "Vivimos en un país donde puedes violar los derechos lingüísticos de los nativos y hacerlo en su cara y faltarles el respeto y todavía hay quien te aplaude. Y encima nos tenemos que oír decir que el bilingüismo es una cosa tan y tan buena. Por eso en toda España no paran de estudiar catalán". El actor primero ataca el taxista y un cierto ecosistema catalán que permite que a personas así no se les retire la licencia del taxi. Y acto seguido hace una reflexión muy buena, normalmente los que relativizan los derechos de los catalanohablantes son los que dicen que en un país con dos lenguas oficiales, catalán y castellano, no pasa nada si un catalanohablante se pasa al castellano para hacerse entender. Claro que pasa, es una renuncia intolerable que acaba matando al idioma. Joel Joan remata contra estos farsantes defensores del bilingüismo: si tan bueno es, ¿por qué toda España no estudia las lenguas cooficiales? Bilingües solo obligan a serlo a los catalanohablantes. Esta es la trampa. Joel Joan acierta y la cliente del taxi tiene razón: el de Bangladés, que piense en regresar.