Las noches del miércoles son cada vez más gastronómicas. TV3 ha apostado una temporada más por Joc de Cartes, un programa que hace las delicias de los teleespectadores proponiéndoles probar los mejores restaurantes de Catalunya. En esta segunda entrega, Marc Ribas puso rumbo al Campo de Tarragona: tierra de buenos calçots. Y como no podía ser de otra manera, escogieron cuatro de los mejores locales dónde mancharse las manos de salsa romesco. Una apuesta que hizo récord de audiencia, liderando con un 20,4% de cuota de pantalla.

calçots juego de cartas

El programa es un reality como una catedral, por eso, las disputas entre los concursantes y el juego sucio son una constante. Pues bien, este segundo programa tuvo una buena dosis de tensión, también aunque el buen rollo sorprendió.

El juego empezaba con los participantes examinando a sus contrincantes, criticando las técnicas de los otros para hacer los calçots. ¿Que hay que no los cuecen? Indignación generalizada.

El primer restaurante que probaron se trata del Casa Gurí, donde reinó el buen ambiente y muchas risas. Jaume intentó ganar puntos invitando a una botella de Chartreuse, muy y muy cara. ¿Pero fue suficiente? Recordamos que también se valora el grado de sostenibilidad que tienen a cada cocina. Y este primer local hacía gala de minimizar al máximo la cantidad de residuos y reaprovechar la comida.

restaurando 1 juego de cartas

Pero pronto cogieron la furgoneta hacia La Masia Fontscaldes. Sólo llegar, la sorpresa fue mayúscula al ver que las paredes del comedor estaban forradas de muchísimas fotografías con famosos que les han visitado. Los cuatro se pusieron el babero y a comer calçots como locos, con la buena química de Ester y el Abdon como tema de conversación. Un buen rollo que daba gusto.

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Pero también hubo tensión, con Abdon desmintiendo al Jaume diciendo que él cuece sus calçots, acusándolo de querer desacreditarlo... ¿O le había entendido mal? La cuestión es que la tercera parada fue en Montblanc, donde se deleitaron con la cocina de El Molí del Mallol. Marc Ribas se ponía las botas, y todo apuntaba que las puntuaciones serían muy altas.

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Y con la barriga bien llena después de un buen hartón, corrieron hacia el Trispolet, recibiendo críticas ya desde el comienzo al tener que subir muchas escaleras y ser un interior pequeño que no los convenció. Así como tampoco se mostraron muy entusiasmados con el servicio, criticando al camarero al darles instrucciones para pelar los calçots.

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Finalmente llegaba el momento más esperado: la confrontación. La cosa estaba muy reñida, siendo el voto azul muy decisivo. El último restaurante, el Trispolet, consiguió ser el más sostenible de los cuatro. Pero eso no lo hizo ganador... ¡de muy poco! Con los votos finales acabó haciéndose con el premio el El Molí del Mallol, siendo considerado como el mejor restaurante del Campo de Tarragona donde hacer una calçotada. ¡Quedando en primera posición por sólo medio decimal de diferencia!

Un programa muy aplaudido en la red que ha triunfado entre las caras televisivas. Muchos famosos los han felicitado públicamente, mostrándose enganchados. Desde los radiofónicos Òscar Dalmau, Xavi Pérez Esquerdo y Marinola Dinarès, a Gabriel Rufián.

Un programa triunfador que sigue cautivando y haciendo entrar hambre.