Joaquín Sabina se despide de los escenarios en el lugar en el que empezó todo, Madrid. La semana pasada dio sus últimos conciertos ante sus fieles seguidores. Agotó entradas en pocas horas, y es que nadie quería perderse la despedida de un grande de la música. “Este concierto en Madrid es el último de mi vida y por lo tanto es el más importante, porque es el que voy a recordar”, dijo Sabina sobre el escenario. Era el concierto número 71 de la gira ‘Hola y Adiós’, en la que ya solo quedaban despedidas. Todos quisieron inmortalizar el momento. Un recuerdo que quedará para toda la vida, y las próximas generaciones conocerán a Sabina a través de las vivencias de sus padres.
El artista tuvo algunos serios problemas con la Agencia Tributaria. Le investigaron por los ejercicios de los años 2008, 2009 y 2010. sus ingresos a través de Relatores S.L. y Ultramarinos Finos S.L. Eran sociedades creadas, según explicó, para simplificar su contabilidad y centralizar los derechos de autor. Pero lo que para él era un sistema de orden, para la Agencia Tributaria se convirtió en la prueba de que ciertas cantidades no estaban liquidadas como correspondía. Él mismo reconoce que la multa fue por ser un inútil.
Joaquín Sabina hizo frente a una millonaria deuda con Hacienda
El asunto escaló tanto que acabó llegando al Tribunal Supremo, que en 2023 dejó la sentencia firme: más de 2,5 millones de euros entre deuda y sanción. Y ahí Sabina, en vez de esconderse, decidió explicarse. Confesó que jamás fue un hombre de números, que siempre delegó y que nunca imaginó que una estructura administrativa “tan sencilla” lo pondría en el centro del huracán fiscal.
Joaquin Sabina se jubila con un millonario patrimonio que no alcanzarían muchos españoles durante toda su vida trabajando, pero aún así no tiene una gran cantidad de dinero para todo lo que ha generado en estas últimas cinco décadas. Sus sociedades acumulan un patrimonio de cerca de los 6,7 millones de euros. Tiene viviendas en Madrid y en Rota, no ha sido una persona de grandes lujos, por ello goza de una rentabilidad admirable.
Nunca se le ha dado bien gestionar su patrimonio. “De todo lo que ganó, le queda poco y menos”, aseguran desde su círculo más cercano. “Era tan pobre que no tenía más que dinero”, ha dicho en más de una ocasión.
