A finales de 2021 Joan Manuel Serrat anunció que tras su última gira de despedida se retiraría de los escenarios, y aunque ha concedido alguna entrevista, incluso no le importa cantar si es por un tema benéfico, es cierto que el catalán ha puesto punto y final a su extensa carrera. A sus 81 años de edad vive una vida tranquila, aunque quiere dejar claro que no por el simple hecho de no trabajar y vivir de una pensión es una persona que no sirva para nada.
"No me voy porque me encuentre mal, esté desanimado o me aburra -ha afirmado en declaraciones a la cadena SER Catalunya-, me voy porque no quiero que sea otro quien decida por mí, ni una enfermedad, ni una pandemia”. "Como los humanos no tenemos certeza de nuestra fecha de caducidad, prefiero decidir yo mismo cuál es mi fecha de caducidad", ha añadido el cantante. Se ha podido despedir del público que tanto le ha querido y lo sigue haciendo a día de hoy. Sus canciones ya son historia de la cultura popular. Continuará tocando en el ámbito familiar y no descarta sacar un nuevo disco.
Joan Manuel Serrat ha vuelto a sus orígenes, al barrio que le vio nacer y crecer, el Poble Sec, al que le dedicó una canción. El artista tiene una casa unifamiliar con un pequeño jardín. En el tiempo de la pandemia es lo que más agradeció. Poder tener su espacio rodeado de la naturaleza.
Joan Manuel Serrat volvió al Poble Sec
El catalán siempre ha valorado sus orígenes y los ha defendido. Está enamorado de su barrio porque de alguna manera continúa intacto, con sus calles estrechas, con sus bares de siempre, repleto de teatros, cerca de la zona más céntrica de Barcelona, entre el Paralelo y Montjuic. A un paso tiene la montaña, donde se pierde todos los días dando largos paseos.
En su casa goza de privacidad e intimidad, aunque sea una casa unifamiliar. Otra de las opciones que tenía era mudarse a Mahon, en Menorca, donde tiene otra propiedad.
El salón es una de las partes principales y más destacables de la casa. Un amplio salón con ventanales grandes que permiten el paso de la luz. La madera es la gran protagonista en la decoración del interior dando un toque de calidez. A Serrat le apasionan los libros, por ello no falta la gran librería que preside el salón.
