Javier Negre es un nombre que no les sonará pero de quien empezarán a oír hablar. Su apellido lo define. Es el periodista de Espejo público que publicó en El mundo las fotografías de los nueve maestros de Sant Andreu de la Barca señalándolos sin que ningún juez los haya imputado. Sólo la fiscalía que depende del ministro Rafael Català les cuestiona. Las redes independentistas se han movilizado contra el periodista publicando imágenes de su familia. Se ha difundido una foto de Negre rodeado de parientes con un mensaje que dice ""Esta es la família de Javier Negre. Ha pedido que no se hagan públicas sus caras, pero haremos como él con los maestros de El Palau":

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Antena 3

En manos de Espejo público esto se gasolina. Han acompañado al redactor de El mundo delante de una comisaría de Madrid con la bandera española ondeante en antena. Nos informa de que presentará denuncia por calumnias, odio y violación de la intimidad de su familia. ""Yo no he pasado la raya, he identificado a profesores denunciados por la Fiscalía de Barcelona por humillara hijos de guardias civiles". Dice haber recibido tanto amenazas como muestras de apoyo: "A mis amigos de la CUP les digo que voy a seguir yendo a Catalunya, mi abuelo paterno es de Girona". Siempre que alguien tiene un pariente catalán cree que eso es una prueba irrefutable que nunca mentirá, exagerará o difundirá odio sobre Catalunya. "No me da la gana, no me van a callar".

La presentadora sustituta de Susanna Griso le paraba los pies cuando comparaba Catalunya con la Euskadi con terrorismo que el periodista vivió. En plató Roberto Manrique, víctima del atentado de Hipercor, negaba con la cabeza cuando oía la comparativa entre procés y ETA. El periodista criticaba a Toni Soler por haber hecho sarcasmo de él sin darle derecho a réplica en TV3. Gabriel Rufián ha llamado ultra a Negre. Y eso le ofende. De los maestros a quienes la justicia no ha imputado ni pío. Una tertuliana, Elisa Beni, le ha dejado claro: "A las personas anónimas se les debe preservar su identidad, por respeto a la presunción de inocencia. No hay que sacar sus fotos en medios de comunicación". Las redes se lo han dejado claro:

Ajo y agua, donde las dan las toman, probar la propia medicina... el refranero es extenso. Se han dejado uno: "Quién no quiera polvo que no vaya al campo".