Jaime Cantizano ha dado un giro inesperado a su vida tras una temporada en la que llevó su ritmo profesional al extremo. Durante meses, combinó la conducción del magacín matinal de Radiotelevisión Española con su trabajo radiofónico de los fines de semana, una dinámica que lo dejó exhausto. El propio presentador lo reconoció sin rodeos: “Me vi en el límite”, una frase que resume el agotamiento que acumuló y que acabó marcando un antes y un después para comenzar a trabajar en Onda Cero, poniendo fin, así a un ritmo de vida que lo estaba consumiendo de una forma insana.

Un cambio de vida para bajar revoluciones

A partir de esa sensación de desbordamiento, Cantizano decidió frenar y ordenar prioridades en su vida. Eligió centrarse en un único proyecto para recuperar algo tan simple y a la vez tan necesario como lo es su tiempo personal. Su nuevo horario en la radio, de 15.00 a 19.00 horas, le ha abierto la puerta a una rutina mucho más humana, con tardes libres para descansar, disfrutar de amigos o simplemente desconectar con su pareja. Era un equilibrio que había perdido y que ahora empieza a recuperar poco a poco, con una vida profesional más estable y un bienestar que ya nota en su día a día y de la mano de una casa en la que vive más que cómodo gracias a un terreno precioso.

Jaime Cantizano Mañaneros (1)

Un hogar discreto que esconde un jardín espectacular

Esa calma que buscaba también la ha encontrado en su hogar, situado fuera de las bulliciosas calles de Madrid. Del interior de la vivienda apenas se conocen detalles, ya que él mismo evita mostrar imágenes en redes sociales, pero sí que deja ver a menudo su exterior, convertido en su espacio favorito. Su jardín es, sin duda, su gran orgullo: metros y metros de césped cuidado, rodeado por setos y jardineras que forman un auténtico minibosque privado donde el verde lo domina todo. En este entorno natural también disfruta su ‘mejor amiga’ perruna, que explora cada rincón de una parcela llena de estímulos y libertad. Y el refugio se completa con un porche amplio y acogedor, perfecto para relajarse al aire libre y desconectar del ritmo mediático que tantos años lo ha acompañado.

Así pues, Jaime Cantizano ha encontrado por fin la serenidad que necesitaba, cambiando la presión constante por una vida más tranquila, más auténtica y, sobre todo, más suya.