La vida de Isabel Preysler ha copado cientos de titulares a lo largo de las últimas décadas. Ha sido la gran protagonista de la revista ‘Hola’, su publicación de cabecera. Sus relaciones con Julio Iglesias, Carlos Falcó, Miguel Boyer o Mario Vargas Llosa han interesado al gran público, siempre con hombres de renombre. Con todos ellos ha tenido hijos, a excepción del escritor, donde ambos ya eran muy mayores, y finalmente ha terminado su historia de amor soltera. Ahora dedicada en cuerpo y alma a sus nietos.
Isabel Preysler saltó al foco mediático cuando se casó con Julio Iglesias, su vida cambió para siempre. Ella tenía 19 años y él 26. De esta unión nacieron sus hijos: Chábeli, Julio José y Enrique Iglesias. Tan solo llevan 7 meses juntos cuando decidieron casarse y eran dos personas muy jóvenes. Poco después de la boda nació Chábeli, algo muy sospechoso, ya que ni tan siquiera se cumplieron los 9 meses de embarazo, es decir que la socialité ya estaba embarazada antes de casarse, por eso todo fue tan apresurado. Isabel ocultó a la niña para que no hubiese comentarios. En aquella época estaba mal visto que una mujer se quedase embarazada sin antes casarse.
Isabel Preysler se casó embarazada
Julio Iglesias e Isabel Preysler negaron rotundamente los comentarios. Dijeron en todo momento que su primera hija fue prematura, de esta forma justificaban que se había quedado embarazada poco después del enlace matrimonial. Sin embargo, con el tiempo se descubrió la gran mentira. Fue Tamara Falcó quien metió la pata con esta historia y dijo que su madre estaba embarazada de su primera hija cuando se casó.
Tamara Falcó dijo que su hermana había nacido en agosto, así que Isabel Preysler mintió en las fechas. La única explicación lógica era que Isabel ya estaba embarazada antes del 20 de enero, lo que había sido ocultado durante años.
Lo mismo sucedió con Tamara Falcó. Algunos creyeron que se casaba tras su fracaso amoroso al sufrir una infidelidad porque estaba embarazada, pero en su caso ella respetó sus creencias religiosas. Nunca se quedaría embarazada sin estar casada.
La marquesa de Griñón está siguiendo varios tratamientos de fertilidad para conseguir su mayor sueño, aunque de momento no están saliendo como ella espera.
