Mario Vargas Llosa se encaprichó de Isabel Preysler hace muchas décadas, cuando ella tenía una sección de entrevistas a personas relevantes en la revista ‘Hola’, su publicación de cabecera. Sin embargo, en aquella época ella mantenía una relación con Julio Iglesias, y alguien como él, una persona más mayor que ella y un escritor todavía no muy reconocido, no le interesaba lo más mínimo. El peruano estuvo a punto de dejarlo todo, se enamoró locamente, aunque luego vio que fue más un capricho. Un capricho por el que destrozó una familia. Él mismo reconoció hace un par de años, cuando se separó de la madre de Tamara Falcó, que esta relación de ocho años no le compensó. Volvió con la madre de sus hijos y sus propios hijos y terminó sus días feliz.

Mario Vargas Llosa
Mario Vargas Llosa

Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa jugaban en posiciones distintas. Para él, ella era muy ostentosa, siempre se preocupaba de la prensa. Necesitaba ser una figura mediática, cuando él solo quería pasar desapercibido. Ese mundo no iba con él y a veces tuvo que tragárselo. La relación entre ambos era muy falsa. No eran felices. De hecho, con su separación también se descubrió que el escritor necesitaba de ayuda para poder mantener relaciones íntimas con la de Porcelanosa. Ella todavía tenía necesidades, mientras que él ya había pasado las relaciones a un segundo lugar.

Isabel Preysler estaba harta de los celos de Mario Vargas Llosa 

“Fue un enamoramiento de la pichula, no del corazón. De esa pichula que ahora ya no me sirve para nada, salvo para hacer pipí”, escribió Vargas Llosa, una de sus confesiones más potentes, ya que él nunca habría hablado algo tan íntimo. Pero necesitaba arrepentirse y pedir perdón a la madre de sus hijos por pensar con la entrepierna.

“No hablo por mí, claro, pero mucha gente que debe de tener mi edad, más o menos, disfruta todavía haciendo el amor, aunque yo no forme parte de ella (La última vez que hice el amor sin ayuda química fue hace unos diez años, creo, o por ahí, me parece)”, admite en el texto.

Aunque él asegura que no habla de él mismo en primera persona, son muchos los que le conocen y aseguran que ha descrito a la perfección su relación de ocho años con Isabel Preysler. A través de la escritura era una forma de desahogarse.

Era una relación falsa, solo para aparentar ante los medios de comunicación y mejorar la imagen de ambos, pero realmente era una relación frustrada.

Según la versión de la parte contraria, Isabel Preysler estaba harta de los celos de Mario Vargas Llosa, pero la verdad es que la relación no funcionó desde el principio y no se puede engañar a nadie

Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler en el Teatro Real
Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler en el Teatro Real