La reina indiscutible del papel couché, Isabel Preysler, afronta uno de los veranos más solitarios de su vida. Acostumbrada a ejercer como anfitriona de lujo en su mansión de Puerta de Hierro, donde las vacaciones familiares eran casi un ritual, este 2025 las cosas han cambiado drásticamente. Su hija, Tamara Falcó, ha decidido pasar los días estivales lejos del regazo materno, en compañía de su esposo, Íñigo Onieva, y la familia de él. Un movimiento que ha generado no solo titulares, sino que también ha puesto de manifiesto la distancia emocional que existe entre ambas.

Pese a que Tamara y su madre han sido inseparables durante años —especialmente tras la trágica muerte de Carlos Falcó—, la marquesa de Griñón ha optado por volcarse en su nueva vida matrimonial. El matrimonio, celebrado en 2023 tras una mediática reconciliación con Onieva, parece haber reorganizado las prioridades afectivas de Tamara. Esta vez, no habrá paseos por Sotogrande ni sobremesas en el porche de Puerta de Hierro: la hija de Isabel Preysler ha elegido otro bando.

Tamara Falcó elige a la familia Onieva: un golpe inesperado para Isabel

La pareja formada por Tamara Falcó e Íñigo Onieva ha organizado una discreta escapada al norte de España, lejos del bullicio mediático. Se les unirá la madre del empresario, Carolina Molas, y sus hermanos, en lo que muchos consideran una estrategia para afianzar los lazos con su familia política. Esta decisión ha dejado fuera del plan a Isabel, quien, según fuentes próximas, se ha sentido “apartada” de forma inesperada.

Por su parte, la socialité ha decidido tomar su propio rumbo: viajará a Miami durante varios días para disfrutar de un ambiente más relajado junto a sus otros hijos y nietos. Sin embargo, el gesto no ha pasado desapercibido entre su círculo más cercano, que percibe cierta tristeza en Isabel, aunque ella no lo haya manifestado claramente. Personas próximas a la familia comentan que Tamara solía estar muy unida a ella, por lo que este giro en los acontecimientos la ha sorprendido y afectado emocionalmente.

Tamara Falcó prioriza a Íñigo y se aleja de su madre

Los indicios de esta tensión entre Isabel Preysler e Íñigo Onieva no son nuevos. Desde el principio, la socialité mantuvo una postura distante hacia el empresario madrileño, especialmente tras los escándalos previos a la boda. Aunque públicamente ha evitado declaraciones polémicas, lo cierto es que nunca llegó a integrarlo del todo en su exclusivo círculo de confianza. Ahora, con Tamara volcada en su nuevo rol de esposa y en plena inmersión en la familia Onieva, el vínculo madre-hija se ha resentido.

La marquesa ha reducido sus apariciones en eventos organizados por Isabel, delegando sus compromisos sociales y priorizando su carrera televisiva y su papel como embajadora de marcas. Esta actitud más independiente marca un giro radical en la dinámica entre ambas. Aunque Isabel intenta mantener las apariencias, lo cierto es que este verano está siendo atípico y, para algunos, incluso simbólico. Lejos del brillo de Marbella o los almuerzos en el jardín de Puerta de Hierro, la Preysler se instalará unos días en Miami, con la esperanza de encontrar allí el afecto que parece disiparse en Madrid.