En una revelación inesperada, Isabel Preysler ha compartido uno de los episodios más duros de su vida: en 2020, durante la pandemia, vivió un susto médico que la llevó a creer que se estaba muriendo. Y lo más sorprendente del relato es que en ese momento tan delicado, a su lado estaba el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, con quien entonces mantenía una relación sentimental estable.
Fue en una reciente conversación íntima, durante la promoción de su nueva docuserie para Disney+, donde la socialité filipina habló por primera vez de lo sucedido. Según contó, todo ocurrió en plena crisis sanitaria mundial, cuando el confinamiento, el miedo y la incertidumbre generalizada dominaban el día a día. En ese contexto, Preysler comenzó a experimentar síntomas físicos alarmantes que derivaron en una llamada urgente a su médico de confianza.
“Sentí que algo no iba bien. Tenía fiebre constante, dolores muy intensos, y una fatiga que no podía explicar. Al principio pensé que era COVID, pero las pruebas salían negativas. Cada día me sentía más débil. Fue entonces cuando mi médico me miró y me dijo, con una frialdad que me heló la sangre: ‘Isabel, puede que esto sea muy grave. Tienes que prepararte para lo peor’”, confesó Preysler, visiblemente emocionada.

En ese instante, la figura elegante y siempre impecable de la llamada “Reina de corazones” se tambaleó. A su lado estaba Mario Vargas Llosa, su pareja durante casi ocho años, quien, según relata, mostró una entereza admirable. “Mario estaba muy preocupado, pero fue mi sostén. Me decía que todo saldría bien, que me concentrara en descansar, en cuidarme. Nunca lo vi perder la calma”, explicó.
Isabel Preysler prefirió callar su dolor
A pesar del temor, Isabel decidió no alarmar a sus hijos hasta tener un diagnóstico más certero. “No quería preocuparlos. Ya había bastante angustia en el mundo. Le pedí a Tamara, a Ana, a todos, que no hicieran preguntas. Solo les dije que estaba un poco enferma”, recordó.
Finalmente, tras varias semanas de exámenes médicos, la dolencia resultó ser una infección grave pero tratable, aunque durante un tiempo los especialistas manejaron hipótesis preocupantes, incluyendo un posible cáncer. Afortunadamente, el tratamiento funcionó y su recuperación fue progresiva.
Isabel cambió su forma de pensar y la de Mario Vargas Llosa
Este episodio marcó un antes y un después en su vida. “Estuve al borde. No sé si realmente estuve muriéndome, pero me lo dijeron. Y eso cambia tu percepción de todo. Desde entonces, valoro más los pequeños momentos. Dejas de dar por sentada la salud, la compañía, el cariño”, aseguró.

La anécdota también arroja luz sobre la etapa final de su relación con Vargas Llosa. Aunque la ruptura se produjo a finales de 2022, lo vivido en 2020 demuestra que ambos compartieron mucho más que cenas de gala y apariciones en revistas. “Hay cosas que unen más que el amor romántico. Esa experiencia nos dejó cicatrices, pero también un respeto profundo”, dijo.
Con su habitual discreción, Isabel no quiso entrar en detalles sobre los motivos exactos de su separación del escritor, pero sí dejó claro que guarda buenos recuerdos y agradecimiento. “Fue un gran compañero en momentos muy difíciles. Nunca lo olvidaré.”
La confesión, inesperada y valiente, ha conmovido a sus seguidores y ha añadido una nueva capa de profundidad a la figura de una mujer que, pese a estar acostumbrada a los focos, sigue teniendo historias sorprendentes por contar.