Los días de Isabel Pantoja están marcados por el insomnio, el aislamiento emocional y una alarmante pérdida de peso. La mítica tonadillera, en lo que muchos consideran su última gran apuesta profesional, está obsesionada con ofrecer su mejor versión escénica. Atrás quedaron los planes de establecerse en Madrid, así como su cercanía con su círculo más cercano. Hoy, lo único que importa para la cantante es una palabra: reinvención.

Según fuentes cercanas, Isabel apenas duerme, no come con regularidad y dedica las madrugadas a revisar su repertorio, su puesta en escena y su imagen. “Está más nocturna que nunca”, afirman en su entorno, mientras los preparativos para su partida hacia República Dominicana avanzan a contrarreloj. La intérprete, que busca instalarse de forma permanente en el Caribe, ya habría solicitado un visado de larga duración y ha comenzado a empacar sus pertenencias. Según ha revelado Antonio Rossi en el programa de Telecinco ‘Vamos a ver’, agosto será el mes de la mudanza definitiva.

Isabel Pantoja
Isabel Pantoja

Isabel Pantoja quiere lucir irreconocible: se obsesionó con su silueta para impactar en el escenario

Lo que más ha llamado la atención entre sus allegados es la extrema disciplina física y estética que ha adoptado. Isabel Pantoja, de 68 años, quiere sorprender con una figura estilizada y rejuvenecida, muy distinta a la imagen que ha mostrado en los últimos años. Una fuente cercana a la artista reveló que la madre de Kiko Rivera está dejando de comer porque quiere verse estupenda, más delgada, más fuerte. El objetivo es uno solo: acallar rumores, eclipsar a sus detractores y hacer historia con una gira que podría sellar su retiro.

“Mal tiempo, buena cara”, parece repetir como mantra, aunque internamente lucha contra tormentas emocionales. La reciente ruptura de su amistad con Celeste Rodríguez, considerada su última confidente, y el progresivo distanciamiento de sus hijos, han sido golpes duros de aceptar. Sin embargo, la tristeza no ha logrado detenerla; al contrario, ha encontrado en el perfeccionismo un refugio para seguir adelante.

Isabel Pantoja
Isabel Pantoja

Adiós a Cantora, adiós a Madrid: la nueva vida caribeña de Isabel Pantoja ya está en marcha

Quienes la conocen aseguran que la artista ha renunciado a todo lo que la ataba emocionalmente a España. Su adorada finca Cantora, que fue su santuario y su prisión, está siendo desalojada. Por otra parte, en La Finca, Madrid, las maletas ya están hechas. Las decisiones están tomadas. “Ya están empaquetando, cierran etapa, la etapa madrileña ha pasado y lo único que le interesa es centrarse en el trabajo, en los años que le quedan, en la serie, en el documental y en la que puede ser su última gran gira internacional”, ha dicho Rossi.

Isabel quiere el control total de su carrera, de su imagen y de su legado. No hay espacio para errores ni para nostalgias. La República Dominicana, con su clima cálido y ese aire de tranquilidad que tanto busca, se perfila como el lugar ideal para su resurgir.

En esta última etapa, la tonadillera no quiere testigos de su sufrimiento, solo aplausos para su transformación. La televisión le ha sido restringida, el móvil controlado. Ni siquiera quiere saber qué se dice de ella. “La afecta todo”, aseguran quienes siguen al tanto de su estado. Por eso ha optado por desaparecer, para volver a aparecer como nunca antes: delgada, brillante, renovada.