No venderemos la piel del oso antes de cazarlo, pero parece que Francisco Franco tiene pie y medio fuera de su tumba del Valle de los Caídos. El Tribunal Supremo ha dado un paso más en el proceso de exhumación del dictador, y rechaza cualquier impedimento legal para proceder a su traslado al cementerio de El Pardo-Mingorrubio. Una decisión judicial que no hace sino exaltar todavía más al grupo de nostálgicos del caudillo, que tendrían que tomar más tila y menos carajillos. Entre la 'profanación' de tumbas y las amenazas de muerte ("nos defenderemos como en el 36"), viven una pesadilla. Están desatados. Y utilizan sus altavoces, como el de Interconomía, para hacer apología del franquismo con mayúsculas. Nadie les para, y así pasa lo que pasa (y dicen lo que dicen).

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Francisco Franco RTVE.es

Jose Javier Esparza Intereconomia

José Javier Esparza Intereconomía

Tampoco es de extrañar escuchar según qué cosas, viniendo de 'periodistas' como Eduardo García Serrano, hijo del escritor falangista Rafael García Serrano. Un 'hooligan' facha habitual de la tertulia 'El gato al agua', presentado por José Javier Esparza (sí, el del parche de pirata). El conductor pedía a sus tertulianos que opinaran sobre este tema de actualidad y que lo hicieran con brevedad y concisión. Y Eduardo aprovechaba la ocasión, claro está: "¿Quieres brevedad? Viva Franco". Más claro, imposible.

Eduardo Garcia Serrano Viva Franco 2 Intereconomía

Eduardo García Serrano Viva Franco Intereconomía

"Aquí se puede ser antifranquista, incluso en esta mesa. Se puede ser antifranquista y hacer profesión de fe antifranquista. Bueno, pues yo, me pides brevedad: VI-VA FRAN-CO" Como quien dice 'Viva el Betis', oiga. Apología franquista en directo. Lo que en otros países con pasado dictatorial no permitirían ni en sueños. Ah, pero esto es España: Es más fácil que te detengan por ser catalán que por alabar la memoria de un asesino. Esperamos que saquen pronto los restos del fascista y que estas sean las últimas tonterías que tenemos que escuchar en público. Aunque el fantasma, como decía Amenábar, está muy vivo.